La Provenza española: un paseo por un irremediable violeta

A menos de una hora de Madrid se encuentra un municipio que transporta al viajero a la Provenza y sus bellos campos de lavanda que tiñen todo de un irremediable violeta. Nos desplazamos hasta Guadalajara para descubrir el que, sin duda, es el campo de lavanda más bonito y fotografiado de España. Bienvenidos a Brihuega.

Este rincón encantador en la Provenza Española destaca por sus campos de lavanda que pintan los paisajes con tonos violetas, aunque su mezcla única de historia, cultura y naturaleza se suma a la lista de alicientes para descubrir este enclave conocido como ‘el Jardín de la Alcarria’.

Descubriendo los Encantos de Brihuega

El viajero que llega a Brihuega debe adentrarse en el casco histórico, del que se enamorará irremediablemente gracias a su arquitectura medieval. El castillo de la Piedra Bermeja se levanta sobre un primitivo fortín árabe, al que se le añadieron estancias de estilo románico en el siglo XII; un siglo después se construyó la capilla con un estilo gótico de transición.

Los diferentes arcos, como el de Cozagón (que fue la puerta más importante de la Villa de Brihuega), el de la Guía (que da acceso al Prado de Santa María) o la puerta del Juego de la Pelota, así como los vestigios que se conservan de la muralla medieval levantada en el s. XII son una vuestra muestra del carácter defensivo de la villa, que nada tiene que envidiar a otras ciudades amuralladas.

Qué ver en el Jardín de la Alcarria

La Iglesia de San Felipe también llama la atención gracias a su espectacular fachada barroca, mientras que la Plaza Mayor es uno de los puntos neurálgicos del municipio y nos invita a descansar o pasar toda la tarde contemplando a los briocenses o brihuegos.

Brihuega es conocida como el ‘Jardín de la Alcarria’. Y es que, si por algo se caracteriza la Villa es por la abundancia de numerosas fuentes repartidas por las diferentes calles y plazas. Encontramos algunas puramente ornamentales, como la del Coso o la del Jardinillo, mientras que otras sirven para abastecer a la población.

El explorador que quiera descubrir los orígenes de este municipio no debería dejar de visitar el Museo de Brihuega. Situado en la plaza de Manuel Leguineche, en el reformado convento de San José, ofrece en un recorrido interactivo la historia de la villa y alberga una interesante colección de piezas de la Guerra de Sucesión, de la Guerra Civil, del histórico encierro de Brihuega, así como diferentes restos arqueológicos y arte religioso, destacando un Cristo de marfil tallado en Filipinas.

Hay mucho por ver y hacer en Brihuega, pero, sin lugar a dudas, su verdadera magia se revela en sus vastos campos de lavanda, que alcanzan su máximo esplendor entre junio y julio. Los viajeros pueden sumergirse en un mar de fragancia violeta mientras exploran los campos en flor. Además, los alrededores de Brihuega ofrecen oportunidades para practicar senderismo y disfrutar de la belleza natural de la región.

Y ligados a sus campos de lavanda, Brihuega celebra eventos y festivales culturales que suponen un aliciente más para descubrir este enclave situado a tan solo una hora de Madrid. La Feria de la Lavanda, celebrada en julio, rinde homenaje a la flor de la región con exhibiciones, conciertos y actividades para toda la familia. 

¿Cuándo visitar Brihuega?

La mejor temporada para visitar Brihuega es durante el verano, cuando los campos de lavanda están en plena floración. Los meses de junio y julio ofrecen el espectáculo más impresionante, con colinas cubiertas de flores que crean un paisaje de ensueño. Sin embargo, aquellos exploradores que prefieren evitar las multitudes pueden optar por visitarla en primavera u otoño, cuando la naturaleza aún ofrece su belleza y la infinidad de viajeros deseosos de captar la foto más instagrameable aun no han hecho acto de presencia.