Parece de Gaudí, pero no es: la impresionante casa que debes visitar fuera de Barcelona
No todas las casas modernistas están en la capital catalana: algunas están escondidas en tesoros tarraconenses.
Cuando pensamos en modernismo catalán, lo primero que nos viene a la mente es Barcelona y el inconfundible estilo de Antoni Gaudí. Sin embargo, pocos piensan en la ciudad natal del Arquitecto (y de famosos actuales como Eva Soriano o Andreu Buenafuente): Reus. Esta pequeña ciudad con una gran personalidad y una historia que transmite a sus visitantes a través de cada rincón, alberga una de las casas modernistas más especiales de España.
Este movimiento arquitectónico, que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, tuvo otros grandes exponentes cuya obra merece ser descubierta. Uno de ellos es Lluís Domènech i Montaner, autor de la espectacular Casa Navàs: una joya modernista que rivaliza con los edificios más famosos de Barcelona.
El modernismo floreció (nunca mejor dicho, pues se caracteriza por la imitación de elementos de la naturaleza) a finales del siglo XIX y principios del XX, y Lluís Domènech i Montaner, autor de obras espectaculares como el Palau de la Música Catalana o el Hospital de Sant Pau. En Reus, el arquitecto que fue mentor de Gaudí, diseñó la Casa Navàs.
La Casa Navàs fue construida entre 1901 y 1908 por encargo de Joaquim Navàs Padró, un comerciante de telas y tejidos que había conseguido una gran fortuna, así que decidió construirla para ser su residencia privada, pero sobretodo como una muestra de su prestigio y éxito económico. Para este proyecto, Navàs eligió a Domènech i Montaner, que ya había trabajado en Reus, específicamente diseñando el hospital psiquiátrico más bonito del mundo.
La casa se construyó en el corazón de la ciudad: en la Plaça Mercadal, el núcleo de la vida social y económica, lo que aseguraba que la Casa Navàs estuviera en el centro de todas las miradas.
La esencia del modernismo en su máximo esplendor
No hace falta ser un artista para reconocer que la Casa Navàs es una obra de arte. El exterior está revestido de piedra labrada con delicados motivos florales y geométricos, mientras que las grandes ventanas decoradas con vidrieras multicolores permiten que la luz natural inunde el interior.
En el interior de la casa destacan los mosaicos venecianos que adornan suelos y paredes. Los muebles, diseñados a medida, se integran con los paneles de madera tallada y las cerámicas esmaltadas que revisten las estancias. La escalera principal, coronada por una vidriera, actúa como eje central, aportando luminosidad y realzando la armonía del diseño.
Una de las curiosidades más fascinantes de la Casa Navàs es que su mobiliario, diseño interior y decoración original se mantienen prácticamente intactos desde su construcción en 1908. Esto la convierte en una de las pocas obras modernistas del mundo que conserva todos sus elementos originales.
Aun así, se debe destacar que hoy en día, mirando la casa de frente, se puede apreciar el fantasma de la torre en la esquina izquierda, que quedó destruida por un bombardeo durante la Guerra Civil y se optó por no reconstruirla como acto de memoria histórica.
Depende de la época del año, puedes encontrar diferentes tarifas que van de los 10 € a los 16 € para disfrutar de visitas guiadas en la Casa Navàs, para apreciar este tesoro del modernismo sin perderte ningún detalle.
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