Esta es la muralla más antigua de España (y no es la de Ávila)

España está repleta de fortificaciones, ciudades amuralladas de la época romana; pero aunque todas son impresionantes, ninguna tiene más años que esta.

La muralla más antigua de España está en Tarragona
La muralla más antigua de España está en Tarragona / Istock / nito100

La famosa fortificación que rodea Ávila data del siglo XI, una época en la que el rey Alfonso VI de León encargó al conde Raimundo de Borgoña -marido de su hija, la infanta Urraca- repoblar los territorios "de nadie" y amurallar Ávila, Segovia y Salamanca. Quizá esta sea la más popular de España, pero no es la más antigua. Ese título se lo lleva la de Tarragona, construida por los romanos entre los años 217 y 197 a.C., cuando la ciudad aún se llamaba Tarraco.

Parte de la muralla de Ávila

Parte de la muralla de Ávila

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Nada más pisar el lugar y establecerlo como asentamiento militar, los romanos se pusieron manos a la obra. Es bastante probable que la primera versión fuera una simple estacada de madera que evolucionó con el paso del tiempo y las necesidades que se generaban. La idea de que Tarraco fuera punto de recibimiento de los refuerzos llegados desde Roma fue instaurándose cada vez más entre los militares, por lo que la necesidad de aumentar la capacidad defensiva creció. Fue entonces cuando se levantó la primera muralla de piedra, que también sería más elaborada a posteriori.

La ciudad cuenta con un Paseo Arqueológico por el que se pueden observar todos los vestigios romanos

La ciudad cuenta con un Paseo Arqueológico por el que se pueden observar todos los vestigios romanos

/ Istock / kiev4

A partir de ese momento, la muralla pasó de ser un simple objeto defensivo a ser un elemento arquitectónico más que definía la ciudad tal y como era. Hasta llegar a la actualidad y convertirse en Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, tan protegido que en la ciudad no se mueve una piedra sin que esté el equipo de arqueología presente. De los 3.500 metros de muralla que había en un principio, todavía se conservan 1.100, siendo la construcción romana más antigua de las que se mantienen en pie fuera de Italia.

Paseo Arqueológico de Tarragona

Paseo Arqueológico de Tarragona

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Tarragona más allá de su muralla

La Hispania romana se refleja por tanto en la actual Tarragona, pero no solo a través de su muralla. El Acueducto de les Ferreres o Puente del Diablo es otro testimonio de la habilidosa ingeniería romana. Aunque la leyenda cuenta que el diablo lo construyó en una sola noche, los humanos tardaron algo más en hacerlo a principios del siglo I d.C. No es el de Segovia, pero tampoco tiene nada que envidiarle. Cuenta con dos niveles, una longitud de 217 metros y una altura de 27 -frente a los 794 de largo y 28 de alto del segoviano-. Tarragona puede conocerse en clave romana a través de estos monumentos y de otros muchos que la caracterizan, como el teatro, el fórum y el anfiteatro, que estaban fuera de la muralla y muy cercanos a la playa.

El anfiteatro romano de Tarragona

El anfiteatro romano de Tarragona

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También la Villa romana de Centcelles, a 6 kilómetros de la ciudad, en Constantí; la necrópolis paleocristiana, considerado uno de los cementeros más grandes e importantes del Imperio con más de dos mil exhumaciones; o la Villa romana dels Munts, un importante núcleo residencial de entonces que muestra cómo eran las residencias de los altos cargos de la administración de Tarraco. El Museu Nacional Arqueològic, el Arco de Barà y la Torre de los Escipiones forman parte del resto del conjunto arqueológico de la antigua Tarraco, una de las ciudades romanas más importantes de la época.

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