Los mejores amaneceres de España: un verano eterno mirando al sol

Todavía no sabemos si es cierto ese dicho que afirma que a quien madruga Dios le ayuda. Lo que sí sabemos es que levantarse antes que el sol -o acostarse después de que salga- es agradecido en todos los sentidos, sobre todo en verano: a esas horas la calle todavía no parece un horno, no hay demasiada gente y el cielo empieza a tomar unos colores preciosos. Aunque es mucho más fácil toparse con un atardecer, por eso cuenta con más amantes, los llamados opacarófilos. Para contemplar un buen amanecer hay que hacer un esfuerzo superior, pero nunca está de más si el resultado son estas cinco panorámicas.

El primer lugar de la lista es también la primera ubicación en la que sale el sol de toda la geografía española. El pueblo de Es Castell, también conocido como Villacarlos, adquiere un gran protagonismo, sobre todo el puerto natural de Cales Fonts, desde donde se contemplan unas de las mejores vistas del entorno.

Muchos hablan de Madrid como un infierno en verano, pero eso es porque no conocen lugares como la piscina gigante de Buitrago del Lozoya o El Retiro madrileño a primera hora de la mañana. Antes de las siete, solo se ven a unos pocos corredores y fotógrafos que acuden a inmortalizar uno de los momentos más bonitos del día.

El sol anaranjado se refleja en el lago, donde los patos aún nadan tranquilamente sin que las barcas se paseen entre su camino. El parque abre siempre a las seis de la mañana -entre abril y septiembre cierra a las doce de la noche y el resto del año a las diez-, por lo que se podrá disfrutar de los diferentes cielos entre la noche y el día.

Si esta playa -también llamada de Aguas Santas- es una de las más bonitas de España durante el día, con el sol saliendo por el horizonte se convierte en un auténtico espectáculo. Bañada por el mar Cantábrico, la naturaleza reina en este lugar, con impresionantes arcos de más de 30 metros de altos y profundas cuevas excavadas en su interior.

Las fotografías que aquí puedan capturarse no hacen justicia a la realidad tan preciosa que se sucede en la playa de las Catedrales día tras día. Hay que saber que en Semana Santa, julio, agosto y diciembre hay que hacer reserva previa para acceder para evitar la masificación, pero el resto del año se puede visitar libremente.

Entre Plasencia, Trujillo y Cáceres y atravesado por el Tajo y el Tiétar se extiende uno de los parques naturales más bellos de España y casi del mundo. Ya cantaba Extremoduro que en Monfragüe hay buitres negros y madrugando se puede contemplar su despertar, junto a muchas otras especies de animales que pululan por allí durante todo el año.

Este espectáculo muestra una panorámica espectacular en la España más profunda. El cielo parece que va a prender los montes, pero nada más lejos de la realidad. El sol se presenta como una invitación para los senderistas que pueden comenzar a patear el parque desde las primeras horas del día.

En la costa más oriental de la península se ubica el Parque Nacional del Cabo de Creus en Cadaqués -el pueblo más bonito según la IA-, muy cercano a la frontera francesa. Igual que en todos los lugares en los que el sol se despierta sobre el agua, el paisaje se torna absolutamente impresionante con un reflejo mágico y cegador en el mar Mediterráneo.

Este rincón es un espacio único, donde el efecto de la Tramontanaha provocado la creación de caprichosas formas, dando al paisaje una apariencia diferente que, como es bien sabido, enamoró a Dalí y otros artistas. Con estos espectaculares paisajes es imposible encontrar una excusa para madrugar o quedarse despierto hasta dar la bienvenida al sol este verano.