La isla de España que nadie conoce y que es un paraíso sin gente

No hace falta que venga nadie a estas alturas a decirnos las maravillas que se esconden en las islas Pitiusas; de hecho, en el 2023 se llegó a una cifra récord de casi 18 millones de viajeros y 20.000 millones de euros en gasto. Con unos números así, la principal amenaza para este año es la saturación turística, pero, ojo, ya que todavía queda un paraíso sin gente que hoy te vamos a descubrir.

Viajamos hasta el norte de Formentera, hasta la archiconocida playa de Illetas, al norte de la isla. Allí nos topamos con un estrecho canal conocido como Sés Trucadors, con unas aguas turquesas que nos recuerdan a las del Caribe y, a poca distancia, se aparece ante nosotros un paraíso terrenal: la isla de Espalmador.

Edén balear desconocido

Arena blanca, naturaleza virgen y unas aguas que nos dejan ver hasta el último pececillo que nada en este edén balear. Así es esta bella isla que se enclava dentro del Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera y que tan solo alberga un faro, una pequeña capilla y una torre de defensa que data del siglo XVIII como únicas edificaciones.

Como se imaginará el viajero, a esta isla de España que poca gente conoce y que es un paraíso solo se puede llegar por mar. Y ahora vienen las malas noticias, ya que desde el 2020 el gobierno local prohibió que el barco público que conectaba el puerto de la Savina (en Formentera) con la isla atracara en Espalmador con el objetivo de preservar la naturaleza debida al desembarco de hordas de turistas.

De las malas noticias pasamos a las regulares, porque, si bien no es posible llegar en transporte público, sí se puede llegar en barco privado. De hecho, hay zonas de la isla donde se permite desembarcar. Y si estás buscando una opción low cost, siempre puedes contratar una excursión en catamarán desde Formentera para acceder a este paraíso.

Consejos a tener en cuenta

Las distancias engañan y el mar también. A primera vista podría parecer que la lengua de arena de Sés Trucadors permite acceder a Espalmador con facilidad, pero debe saber el viajero que está totalmente prohibido por un motivo de peso. Y es que en la zona suele haber corrientes fuertes que pueden poner en peligro al nadador más experimentado.

Qué ver y hacer en Espalmador

Uno de los lugares más bellos de la isla es la Playa de S’alga, que constituye la continuación natural de Ses Illetes. Arena blanca que cuando el sol está en su máximo apogeo casi hace daño a la vista, aguas turquesas que no parecen de este mundo y naturaleza virgen que no ha sufrido los estragos del paso del hombre por allí. Un paraíso único al que se suman la Cala Bosch y la de Sa Torreta, más resguardada en el lado occidental de la isla.

El viajero que llega a este enclave puede relajarse en las playas y calas, pero también puede disfrutar de unas rutas de senderismo únicas. Hay varias por toda la isla y permiten descubrir paisajes naturales como el faro o la torre de Sa Guardiola. Eso sí, al ser un Parque Natural está prohibido salirse de los caminos señalizados, ya que se podría dañar el ecosistema. Durante tus paseos podrás avistar aves migratorias, como flamencos rosas y garzas, así como varias especies vegetales endémicas.

Leyendas en Espalmador

Hay en esta isla de España que poca gente conoce y que constituye un paraíso un estanque con barros al que durante años se le han atribuido propiedades curativas y beneficiosas para la piel. Tanto es así que los viajeros que llegaban hasta Espalmador lo hacían con el objetivo de retozar en el barro hasta que el gobierno insular decidió prohibir esta práctica y sancionar con hasta 1.000 euros a quien se salte la norma. En realidad, no hay evidencia científica de los poderes curativos de los barros y, además, constituyen el hábitat natural de la avifauna local, que utiliza el estanque como lugar de reproducción en determinadas épocas del año.

En definitiva, nada de baños de barro, nada de cruzar desde Formentera a nado y nada de salirse de los caminos establecidos en Espalmador. Unas normas que hay que respetar para que este enclave siga siendo un paraíso durante muchos años.