España tiene su propio puente del diablo: desafía a la gravedad y esconde una curiosa leyenda

Cerca de Barcelona, existe esta obra maestra de la arquitectura que según la leyenda, fue construida por el Diablo.

El puente se encuentra sobre el río Llobregat.
El puente se encuentra sobre el río Llobregat. / Istock / AlvaroRT

A tan solo media hora de Barcelona, se encuentra la localidad de Martorell, donde se levanta un puente que desafía la lógica y la gravedad: el Pont del Diable. Este puente, con casi dos mil años de antigüedad, es una verdadera joya de la ingeniería romana y guarda, además de su estructura impresionante, una leyenda que regala el nombre.

Redacción Viajar

A veces olvidamos que una importante civilización vivió en Hispania, y que los romanos construyeron sus vidas sobre el suelo que pisamos cada día. De esta forma, el Pont del Diable (que no se debe confundir con el Pont del Diable de Tarragona), fue construido en el siglo I a.C. sobre el río Llobregat como parte de la antigua Vía Augusta, la carretera romana que unía Roma con el sur de España.

El puente se puede cruzar.

El puente se puede cruzar.

/ Istock / luzimag

El Pont del Diable destaca por su arco central, una estructura que parece suspendida en el aire. Este arco, que se eleva a más de 20 metros y tiene una extensión de unos 37 metros, era considerado una de las mayores proezas arquitectónicas de su tiempo. A día de hoy, sigue asombrando a quienes lo visitan por su equilibrio casi imposible, un reto técnico que los ingenieros romanos lograron resolver con una precisión impresionante.

Una obra maestra de la arquitectura

La respuesta a la inevitable pregunta de “¿cómo hicieron los romanos para construir algo así?”, se encuentra en la forma del arco. Su forma semicircular perfecta, permite distribuir el peso del puente hacia los pilares y el suelo de una manera uniforme, creando un equilibrio que hace que el puente sea capaz de soportar tanto el peso de los siglos como las fuertes corrientes del río cuando crece.

El puente mantiene parte de su material original.

El puente mantiene parte de su material original.

/ Istock / luzimag

Los bloques de piedra están tallados con tal precisión que encajan entre sí sin mortero, usando solo la fuerza de la gravedad para mantenerse en pie. Aunque es una obra humana, es fácil imaginar cómo, de algún modo, parece también un desafío a la naturaleza.

Un pacto con el Diablo a cambio del puente

Según la leyenda, los habitantes de Martorell llevaban años intentando construir un puente sobre el Llobregat, pero cada vez que lo levantaban, las aguas lo destruían. Desesperados, hicieron un pacto con el Diablo. Él construiría el puente en una sola noche, pero a cambio, pediría el alma del primer ser que lo cruzara. Los aldeanos aceptaron y, al día siguiente, el puente estaba terminado. Sin embargo, los habitantes idearon una manera astuta de engañar al Diablo: en vez de dejar que una persona cruzara el puente, hicieron que un perro pasara primero, burlando al Diablo y manteniendo sus almas a salvo. Por este motivo, el puente es conocido como el “Pont del Diable”.

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