El complejo de Art Nouveau más grande del mundo está en Barcelona

Este movimiento artístico adquirió diferentes nombres alrededor del mundo, en España fue Modernismo y el lugar donde más se trabajó, Cataluña.

Fue un hospital durante siglos, pero hoy es el mayor complejo modernista del mundo
Fue un hospital durante siglos, pero hoy es el mayor complejo modernista del mundo / Istock / leochen66

Comenzó siendo el único hospital de Barcelona que unificaba los seis que había anteriormente. Se terminó de construir en 1450 con el objetivo de mejorar la administración y gestión de las rentas y bajo el nombre de Hospital de la Santa Creu. En el siglo XVII se amplió, contruyendo la Casa de Convalecencia. Aunque también sufrió otras pequeñas reformas en los siglos XIX y XX, siempre estuvo dirigido por la Muy Ilustre Administración. Durante cinco siglos fue el gran hospital de la ciudad condal, pero verdaderamente su gran transformación llegó de la mano del modernismo y el plan urbanístico que reconvertiría Barcelona a finales del siglo XIX y principios del XX.

Vista de una de las naves del Hospital de la Santa Creu

Vista de una de las naves del Hospital de la Santa Creu

/ Istock / leochen66

El artífice de esta imponente obra fue el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, uno de los artistas más relevantes de la escena modernista catalana. Así, en 1902 se empezó a erigir un complejo modernista sin precedentes que, sin saberlo, se convertiría en el más grande del mundo enmarcado en el estilo Art Nouveau, que nació en Bélgica. De los 48 que aparecían en el proyecto se acabaron construyendo 27, cada uno destinado a una especialidad concreta. Con él se instauró un modelo hospitalario completamente nuevo, donde reinaba el espacio abierto y el soleamiento como elementos importantes para la recuperación de los pacientes.

Interior modernista del Hospital de la Santa Creu

Interior modernista del Hospital de la Santa Creu

/ Istock / leochen66

Nuevos usos para el gran hospital

Uno de los motivos por los que empezó a quedar obsoleto fue la división de los pacientes según enfermedad, sexo, edad y otros criterios que antes no se tenían en cuenta y, por tanto, los ingresados no gozaban de ningún tipo de separación. Así fue como las grandes salas quedaron sin ningún uso. Sin embargo, aunque se colocaron tabiques, no fue suficiente y quedó desbordado a causa del crecimiento de la ciudad. En 1926 fue adquirido por el Ayuntamiento y se dieron por finalizadas las actividades sanitarias. Uno de sus últimos pacientes fue Antoni Gaudí, que falleció allí mismo debido a las contusiones que le provocó un tranvía.

Detalle de las ventanas características del Art Nouveau

Detalle de las ventanas características del Art Nouveau

/ Istock / David Taljat

Se inauguró como nueva obra en 1930, en 1978 fue declarado Monumento Histórico Artístico y en 1997 Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin embargo, no fue hasta 2009 cuando la actividad sanitaria se mudó a un edificio más moderno, abriendo la puerta a otros usos para el Recinto Modernista. En la actualidad se ha rehabilitado para recuperar su valor patrimonial y artístico, convirtiéndose en un espacio de referencia que acoge múltiples programas y proyectos de instituciones relacionadas con educación, sostenibilidad o salud. Es también un lugar donde celebrar reuniones y eventos con una capacidad para unas 600 personas.

El gran complejo del hospital

El gran complejo del hospital

/ Istock / Vladislav Zolotov

La Casa de la Convalecencia hoy es la sede del Institut d'Estudis Catalans, así como la gran capilla funciona como centro de exposiciones o el edificio del Real Colegio de Cirugía de Barcelona es la Real Academia de Medicina de Catalunya. Poco se puede apreciar del antiguo hospital, gran ejemplo del estilo gótico catalán. Aun así, en la Biblioteca de Catalunya, en la planta superior de las tres naves, todavía se pueden intuir las salas de hospitalización. Pese a que un hospital no suele causar buenas sensaciones y es el lugar preferido de pocos, la belleza de este, en mitad de una ciudad tan grande como Barcelona, es singular y, sin duda, espectacular. Modernismo catalán en todo su esplendor.

Modernismo catalán

A caballo entre los siglos XIX y XX nació un movimiento con el fin de crear un arte nuevo, joven y moderno, rompiendo con todo lo anterior. En Bélgica y Francia se bautizó como Art Nouveau, en Alemania y los países nórdicos como Jugendstil, en Austria se llamó Sezession, en Reino Unido Modern Style, en Países Bajos se le conocía como Nieuwe Kunst, mientras que en Italia Liberty o Floreale, y en España -sobre todo Cataluña- Modernismo. Se le otorgó el mismo valor tanto a las artes menores (artesanía, orfebrería, diseño...) como a las mayores (pintura, escultura, arquitectura...), combinándolas en maravillosas construcciones como el Hospital de la Santa Creu.

Interior del Palau de la Música Catalana

Interior del Palau de la Música Catalana

/ Istock / BERK OZDEMIR

También lo son todas las de Gaudí, considerado el arquitecto de la nueva Barcelona. Suyas son obras como el Parc Güell, la casa Batlló, el Capricho o el Palau de la Música Catalana. Por su parte, Domènech i Montaner constituyó la otra pata del modernismo catalán. Pese a que trabajó en múltiples disciplinas, fue la arquitectura donde más destacó, con proyectos como el Museo de Zoología de Barcelona o la remodelación del Palau de la Música de Gaudí. Ambos dieron forma a la ciudad condal -capital de Cataluña y del Modernismo- con ayuda de otros tantos artistas modernistas que crearon Barcelona.

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