El Capricho de Gaudí, elegido Mejor Monumento del Mundo
Ha sido galardonado en los Remarkable Venue Awards que, cada año, premian a los mejores museos, atracciones y experiencias en ocho países de todo el mundo.
Una votación popular, en la que han participado más de 50.000 personas de todo el mundo, ha dado su veredicto: el Mejor Monumento del Mundo está en Comillas, Cantabria, y es el Capricho de Gaudí. Y lo han decidido en los premios que, cada año, otorga Tiqets en sus Remarkable Venue Awards, unos premios que celebran los mejores museos, atracciones y experiencias del mundo.
Este, de hecho, ha sido el único ganador español. Aunque, en cambio, se ha llevado uno de los premios gordos que se otorgaron en la ceremonia llevada a cabo en Sevilla, en el marco del Tourism Innovation Summit (TIS).
Los otros grandes ganadores de la noche fueron Tulip Experiencie Amsterdam, que ganó el premio a Mejor Joya Escondida; Terra en la Expo City de Dubai, que se llevó el premio a Recinto más Innovador; el Museum Nacional do Azulejo, ganador absoluto como Mejor Museo y el paseo en góndola de Italia, premiado como mejor actividad.
Historia de El Capricho de Gaudí
Una obra de Gaudí siempre es una buena excusa para hacer una escapada, pero más si esta es una de las pocas del arquitecto que podemos disfrutar fuera de Cataluña. Una particularidad que no es la única, pues es una de sus obras más antiguas junto a la Casa Vicens de Barcelona.
Esta obra, ahora elegida la mejor del mundo en 2023, es un planteamiento del arquitecto de lo que para él era la casa ideal. Responde a un estudio perfecto de los espacios, los usos y el clima, que se puede apreciar en la perfecta integración que tiene en el entorno y en los gusto y necesidades del promotor.
El paso de los años por este edificio también ha supuesto cambios en su distribución. Los herederos que a lo largo de los años fueron ocupando la casa fueron adaptando la casa al uso de una familia de la época. Pero, sin duda alguna, el cambio más llamativo fue la eliminación del invernadero original para así crear más habitaciones y estancias.
Con los años la casa cayo en deshuso, empezando a ser alquilada a otras familias, lo que llevó a que este preciado monumento fuera prácticamente abandonado a su suerte. El paso del tiempo y la falta de cuidados terminaron con un edificio en un estado deplorable. Afortunadamente, en 1969 el edificio se declaró Bien de Interés Cultural, llevándose a cabo unos intensos trabajos de restauración en el que se recuperó el aspecto inicial.
Una vez rehabilitado, entre 1989 y 2009, el edificio funciono como restaurante, unos años de esplendor que los afortunados que pudieron visitarlo todavía recuerdan en la actualidad. Pero eso, obviamente, no era lo más respetuoso para un patrimonio como este, por lo que sus propietarios decidieron cambiar de rumbo.
En 2010 el recinto reabrió como una casa-museo, buscando conseguir dos objetivos: por un lado, lograr una mejor conservación del propio edificio, respetando al máximo posible la propia casa y, por otro, permitir que los visitantes pudieran conocer de un modo más profundo la genialidad que esconde esta construcción.
Ahora convertido en un monumento visitable todo el año, a El Capricho de Comillas, en Cantabria, solo le hacía falta un gran premio para poder volver a la palestra como una de las obras más bonitas jamás creadas por Gaudí.
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