Os de Civís, el pueblo español al que es imposible acceder desde España
Solo se puede llegar en coche y atravesando una carretera que sale de España.
Pocos lugares en el mundo se califican como 'periclaves' y Os de Civís es uno de ellos. De acuerdo al Diccionario de Geografía Aplicada y Profesional de la Universidad de León, es "el territorio no separado del resto, pero al que no se puede llegar sin atravesar un territorio extranjero, o bien que le es mucho más fácil acceder a un territorio extranjero que a su propio país".
Así se podría definir este pequeño pueblo de Lleida donde es más fácil ir a comprar el pan a Andorra que a la capital provincial. Pese a pertenecer al estado español, a este periclave de unos 60 habitantes es imposible acceder desde ningún punto de España, tan solo desde el país vecino. Ubicado en un punto muy elevado del Alt Urgell, Os de Civís cuenta con diversas condiciones que provocan el difícil acceso.
Competencias andorranas y españolas
Entre ellas está las temperaturas. En invierno y primavera el frío se vuelve extremo y la nieve y el hielo cubren las calles hasta convertirlas en un manto que aisla por completo a los vecinos. Tal es su aislamiento que hasta el año 1982 no contaron ni con teléfono ni con electricidad. Además, los niños van al colegio a Andorra y el mantenimiento del pueblo también depende del país extranjero.
De hecho, su apariencia podría asemejarse más al pueblo andorrano que hay que atravesar antes de llegar a la localidad leridana, Bixessarri, más pequeño aún que el que nos ocupa en este artículo. Pero son los Mossos d'Esquadra los que se encargan de la seguridad, así como la legislación, que también responde a la española. Además, podría considerarse uno de los pueblos más bonitos de la frontera española.
Un típico pueblo catalán repleto de leyendas
Las viviendas están coronadas por los típicos tejados de pizarra negra que se ven tanto en el entorno de los Pirineos. Aunque también se observan detalles medievales en algunas casas y en el palomar que se ubica en una torre a los pies de la montaña y entre los ríos Salòria y Setúria. En lo alto de un antiguo castillo se encuentra la iglesia románica de San Pere i Santa Margarida.
Varias leyendas giran en torno al pueblo. Una de ellas cuenta que para alejar a las brujas y los malos espíritus se debe colgar en los dinteles de las puertas una carlina, una flor que se parece al girasol y se asocia a la protección en varias culturas. Se dice que pasan toda la noche contando los miles de pétalos y tallos hasta que se cansan, sale el sol y regresan a sus guaridas.
Otra historia sirve para explicar por qué se trata de un pueblo español si no se puede entrar por España. Según se dice, pastores andorranos y catalanes finalizaron una larga disputa con una batalla en el Coll de la Botella, territorio andorrano, y al ganar el bando catalán, repartieron los territorios de esta manera. Aunque no tan rara como la guerra de Llívia, fue una guerra al fin y al cabo, que derivó en que España se quedara con el pueblo más bonito.
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