5 escapadas perfectas para despedirse de junio

Quedan solo unos días de junio, pero todavía hay tiempo suficiente para hacer una escapada improvisada por España. Aún no ha llegado el calor insoportable tan típico del verano del centro y sur de la península, por lo que es el momento ideal para despedir el mes y el fresco que perdura heredado de la primavera ya pasada. Hay destinos para todos los gustos, desde pequeños pueblos donde relajarse hasta grandes ciudades, preciosas playas y con la mejor gastronomía.

La ciudad andaluza por excelencia, enamora con su duende, con su arte, con su olor a azahar y su color especial. Sevilla es flamenco, cultura e historia, está repleta de lugares imprescindibles que pueden descubrirse ahora que aún no ha llegado 'la calor'. Pasear frente a la Catedral y Giralda, la Plaza de España donde se han grabado películas como 'Star Wars', la Torre del Oro, visitar el estadio de La Cartuja, el Metropol Parasol, el Alcázar de Sevilla, el barrio de Triana o el Museo del Flamenco.

La Costa Blanca es una de las zonas de playa más bonitas y subestimadas de la península. Esta población alicantina cuenta con calas impresionantes, enmarcado en el entorno del parque natural del Montgó, reservas como la de San Antonio o un puerto pesquero del siglo XV. Xátiba -en valenciano- alberga una gran cantidad de playas desde la del Arenal en el centro de la bahía hasta La Grava junto al puerto, pasando por la del Benissero o Primer Muntanyar que es la más extensa; así como calas como la Blanca, la Sardinera y la del Portitxol.

Además del enorme atractivo que aporta el Mediterráneo, está su casco antiguo de origen medieval. El pueblo se muestra fortificado a modo de defensa de los piratas de la época, con diversos edificios de interés arquitectónico. Sus calles se conforman como una especie de laberinto, repletas de casas blancas y palacetes. Las zonas más llamativas son el mercado de Abastos, la iglesia de San Bartolomé y el Ayuntamiento con fachada del siglo XVIII que se edificó sobre un cementerio medieval.

Cuna de descubridores y exploradores, la que fuera capital de la antigua provincia de Salamanca que pasó a ser extremeña en el siglo XVII, se impone como un pueblo medieval de estilo renacentista perfecto para desconectar unos días. En la Plaza Mayor se erige la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, el conquistador que lideró la primera expedición del Perú. En Trujillo se encuentra su casa natal, que puede visitarse hoy como Centro de Interpretación del Descubrimiento de América.

Si el conjunto en sí ya es maravilloso, su gastronomía lo es más aún. En la mesa trujillana aparecen platos tradicionales como la sopa del Obispo con gallina, carne de cerdo a la brasa, landrillas de ternera, migas, moragas, frite de cordero, mucho queso y un buen vino de la tierra para maridarlo. Precisamente el queso es el protagonista de una feria que se celebra la primera semana de mayo en la Plaza Mayor, donde se degustan más de 500 variedades procedentes tanto de España como de Portugal.

Si existe una ciudad en España donde los pintxos reinan es San Sebastián. La buena comida se mezcla con una arquitectura de ensueño, playas idílicas y cultura por todos los costados. Más allá de todo el patrimonio que alberga, como el Peine del Viento de Chillida o La Concha, sus bares son imprescindibles. Solo con saber que hay un total de 17 Estrellas Michelin en toda la ciudad, se intuye que la cocina es más que buena. Los hay de todo tipo, desde los más tradicionales a los vanguardistas, veganos o no, fríos y calientes, pero siempre en un ambiente amable y agradecido.

Es considerado uno de los pueblos más bonitos y mágicos de España. Su fama se remonta a la Edad Media, cuando se descubrió que era una zona estratégica frente a la frontera con Portugal. Actualmente conserva la forma que se le dio en la época como villa fortificada con casas de piedra, tejados de pizarra y balcones de madera ornamentados con flores multicolores. En su conjunto se hallan monumentos como la iglesia de Santa María del Azogue, el Castillo de los Condes de Benavente o la fachada isabelina del Ayuntamiento.

Este precioso pueblo zamorano se ubica en un enclave natural privilegiado junto a la sierra de la Culebra, hogar de corzos, ciervos y una de las poblaciones de lobo más numerosas de Europa. En la vecina Robledo está abierto el Centro del Lobo Ibérico, donde se puede aprender más sobre esta especie única de la fauna ibérica. Muy próximo está también el lago de Sanabria, el mayor lago de origen glaciar de todo el continente que cuenta con varias zonas de playa de arena adaptadas al baño.