Panorámica de Florencia
Panorámica de Florencia / SerrNovik / ISTOCK

Siete lugares imprescindibles en la capital de la Toscana

Florencia acoge en sus históricas calles algunas de las obras de arte y de la arquitectura renacentistas más reconocidas

La dinastía de los Médici impulsó el esplendor artístico de Florencia con su mecenazgo. Una época que concentró uno de los momentos más brillantes del talento humano, durante el que el poder y la riqueza propiciada por el gran desarrollo de la artesanía y el comercio consiguieron, tal vez sin proponérselo, que el arte se convirtiera en un modo de vida y que los grandes creadores, con sus necesidades básicas cubiertas, pudieran plasmar su ingente creatividad. Estas son siete de las muchas maravillas que nos ofrece esa bella ciudad.

Galería de los Uffizi

Cosme I de Médici encargó a Giorgio Vasari, en 1560, la construcción de un gran edificio para albergar las oficinas administrativas y judiciarias de Florencia (Uffizi). Hoy, esta construcción vecina al rio Arno y al Ponte Vecchio, alberga un museo con la mejor colección de pinturas del Renacimiento, incluyendo obras de Leonardo da Vinci, Rafael, Caravaggio, Miguel Ángel, Botticelli o Giotto.

Galería de los Uffizi

Galería de los Uffizi

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Santa Maria dei Fiori

El Duomo o Catedral de Florencia fue el principal símbolo del poder y la prosperidad de la capital toscana. Su magnífico interior, su colosal cúpula, diseñada por Filippo Brunelleschi, y su fachada neo-gótica en mármoles blancos, verdes y rosas son de una belleza sublime. Junto al Duomo se alza el Campanile (Campanario) de Giotto y el Battistero di San Giovanni (Baptisterio) con la Puerta del Paraíso y sus paneles de bronce con relieves que representan escenas del Antiguo Testamento, componiendo un conjunto espectacular. Muy recomendable ascender los 463 escalones que llevan al mirador de la cúpula para gozar de una maravillosa vista del Campanile y de la ciudad de Florencia.



Santa Maria Novella

Posiblemente se trata de la más bella basílica del Renacimiento, por su fachada de mármol blanco y verde y por su interior con obras de arte como La Trinidad de Masaccio, el Crucifijo de Giotto que cuelga de la bóveda central o las distintas capillas, como la Capilla Tornabuoni, con frescos de Ghirlandaio o la Capilla Gondi, con el Crucifijo de Brunelleschi, la única obra de madera del artista.

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Santa Maria Novella

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Galleria dell'Accademia

Un museo famoso por exponer la escultura original del David de Miguel Ángel, impresionante obra en mármol blanco de más de cinco metros de altura. Pero, además, no hay que perderse piezas como la Madonna del Mare de Botticelli o Venus y Cupido de Pontormo, así como pinturas de Bartolini, Lippi y Ghirlandaio.

Ponte Vecchio

Más que un puente por muchos motivos. Por ser uno de los pocos puentes habitados del mundo. Por las tiendas de joyeros situadas a ambos lados. Por su ubicación excepcional sobre el rio Arno. O por ser, hoy, la imagen más fotografiada de la capital toscana. En cualquier caso, un puente único.

Ponte Vecchio

Ponte Vecchio

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Piazza della Signoria

Centro neurálgico de Florencia, es como un brazalete repleto de joyas. El Palazzo Vecchio, sede del Ayuntamiento y museo con la Sala del Cinquecento, una gran sala de 54 metros de largo por 22 metros de ancho con hermosos frescos. La Logia dei Lanzi, un soportal con esculturas como El Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa. También la Fuente de Neptuno, la estatua ecuestre de Cosme I y, muy cerca, el Museo Bargello, un edificio con aspecto de castillo medieval y con la mayor colección de esculturas italianas de los siglos XIV al XVI.

Fiesole

Dejamos Florencia para subir una colina hasta la cercana Fiesole. Por dos motivos: la localidad en sí misma con un bonito teatro romano situado en un enclave privilegiado y, especialmente, por la mejor vista sobre Florencia desde su mirador.

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