Un paseo por Wight: la isla inglesa de cuento de hadas

Es la isla más grande de Inglaterra y, sin embargo, muestra un espíritu de cottage incluso en su capital.

La campiña inglesa esconde algunos lugares tan fantásticos como esta isla de Inglaterra
La campiña inglesa esconde algunos lugares tan fantásticos como esta isla de Inglaterra / Istock / Dinko Kyuchukov

Unos pocos kilómetros de mar -menos de cinco- en el estrecho de Solent separan la isla de Wight del resto de Inglaterra. Un pequeño fragmento de tierra flotante con un corte que parece hecho a propósito, se extiende frente al condado de Hampshire, pequeño pero con un potente espíritu inglés. Pese a que no se tarda más de una hora en recorrer de punta a punta, se trata de la isla más grande de Inglaterra y en sus 350 kilómetros cuadrados entran festivales de música, pueblos medievales y palacios del siglo XIX.

La bahía de Freshwater en la isla de Wight

La bahía de Freshwater en la isla de Wight

/ Istock / Lana2011

En los tiempos de la reina Victoria ya había alcanzado una gran fama, pues atraía a todo tipo de viajeros con su ambiente bucólico de pueblos rodeados de naturaleza. De hecho, tanto le gustaba a la reina la isla de Wight, que la Osborne House se convirtió en su residencia de verano hasta el mismo día de su muerte en 1901. Este palacio se construyó entre 1845 y 1851, con diseño del propio Príncipe Alberto, que tomó inspiración de los palacios renacentistas.

La Osborne House diseñada por el Príncipe Alberto y residencia de verano de la reina Victoria

La Osborne House diseñada por el Príncipe Alberto y residencia de verano de la reina Victoria

/ Istock / Wirestock

La voluntad del príncipe para que sus hijos tuvieran una educación práctica se refleja en la cottage que construyó exclusivamente para ellos. Actualmente pueden visitarse sus dependencias y también los alrededores, que albergan un invernadero, los jardines, la casa de juegos de los príncipes y la que fuera la playa privada de la reina. También incluye un restaurante ubicado en el edificio principal, aunque si el tiempo acompaña la explanada -o incluso la playa- es muy buena opción.

Pueblos y ciudades

El mismo aura mágica posee el encantador pueblo de Shanklin, en la costa este de la isla. Cuenta con dos playas, Small Hope Beach, donde hay una pequeña cafetería, y Hope Beach, con atracciones para los visitantes. Sus calles parecen sacadas de un cuento, repletas de casas con formas redondeadas, fachadas de piedra, tejados de paja y chimeneas por las que sale el humeante olor a comida recién hecha. Aunque la capital de la isla se encuentra en el interior: Newport.

Castillo de Carisbrooke en la isla de Wight

Castillo de Carisbrooke en la isla de Wight

/ Istock / Tom Meaker

También con casas típicas de la campiña británica aunque con un aspecto algo más cercano al de una ciudad, en Newport destacan varios monumentos históricos que explican la historia del lugar. La iglesia de Santo Tomás se erige imponente sobre el panorama urbano que perfilan los edificios de pocas plantas. Muy cerca está el castillo de Carisbrooke, una fortaleza de la época romana donde vivió la princesa Beatriz, hija de la reina Victoria.

Festivales por doquier

La experiencia isleña se completa con sus celebraciones, unidas a una iniciativa que se conoce con el nombre de Wight Taste Trail, una ruta que recorre 24 locales gourmets repartidos por todo el territorio. Desde gastropubs hasta bodegas, granjas de ajos, tiendas de delicatessen... El ajo además cuenta con un festival propio, puesto que es un producto que se cultiva en Wight desde tiempos inmemoriales. En cuanto a música se refiere, existe el Isle of Wight Festival, cuyos orígenes datan de la década de 1970.

Concretamente en 1968 se empezaron a reunir artistas del calibre de Jimi Hendrix, Bob Dylan o Joan Baez que consiguieron colocar a Wight en el mapa y su festival entre los más importantes del mundo de la música. Aunque en 1971 se dejó de celebrar, regresó con más fuerza que nunca en 2007 y todavía hoy continúa organizándose con nombres tan relevantes como Pet Shop Boys o Green Day. La magia de cuento de hadas y su historia pasada y presente se entretejen para crear un auténtico icono de la campiña inglesa.

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