Los pueblos medievales más mágicos de España: recorremos las villas de los antiguos reinos de España

En la Edad Media nacieron muchos pueblos que formaban los antiguos reinos de España. El pasado aún vibra en las viejas piedras de sus casas y en las curiosas tradiciones aún latentes en sus fiestas e incluso en su vida cotidiana. Además de perdernos por sus callejuelas en busca de un pasado aún muy presente, podremos disfrutar de su gastronomía.

Desde Castilla-La Mancha cruzamos por el centro de la península para atravesar la Comunidad de Madrid y Castilla y León hasta llegar a Asturias en la Gran Ruta de Ciudades Mágicas y Villas de los Antiguos Reinos. Un fabuloso trayecto trazado por Pueblos Mágicos para dar a conocer algunos de los secretos mejor guardados de nuestro país. En este caso recorreremos el patrimonio y la cultura de pueblos históricos, que han dejado como herencia castillos, fortalezas y palacios regados con maravillas naturales.

Iniciamos un viaje por carretera para recorrer todas estos encantadores lugares en Viso del Marqués y desde este encantador pueblo llegamos a Campo de Criptana, conocido por sus molinos de viento, que acarician el cielo y evocan las historias de Don Quijote y Sancho Panza ofreciendo una de las imágenes icónicas del corazón de La Mancha.

Continuamos nuestro viaje hacia Yepes, un rinconcito de la llanura manchega que recuerda la elegancia de las históricas villas toledanas y donde no podremos perdernos los restos de su recinto amurallado y la Colegiata de San Benito Abad. Las calles empedradas de Loeches siguen envolviéndonos en épocas pasadas, especialmente gracias a la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, empezada a construir en el siglo XVI. Como parte de su rico conjunto monumental, Loeches cuenta también con el monasterio de dominicas de la Inmaculada Concepción, que actualmente pertenece a la Casa de Alba junto a su panteón familiar.

A 120 kilómetros, el imponente castillo de Escalona (Toledo) se erige como guardián de su historia. Desde sus murallas podemos rememorar "El Lazarillo de Tormes", y es que este pueblo es uno de los escenarios de la novela picaresca. 

Alcanzamos la provincia de Ávila, donde los verdes bosques de la Sierra de Gredos dan paso a pueblos como Mombeltrán, Piedralaves, La Adrada o El Tiemblo con impresionantes castillos, iglesias, ermitas y monasterios. Siguiendo hacia el norte, pero aun en la provincia de Ávila, podremos visitar la casa natal de Isabel la Católica en Madrigal de las Altas Torres y la ciudad histórica de Arévalo, fundada en el año 1085 entre los ríos Arevalillo y Adaja.

En la segunda parte de esta ruta, podremos continuar hasta el castillo medieval de Turégano, en la provincia de Segovia, y seguir nuestro recorrido hasta la costa cántabra pasando por Burgos, Valladolid, Palencia y León. Los interminables campos de viñedos delatan que estamos en tierras con gran tradición vinícola que conducen hasta Peñaranda del Duero y Peñafiel, con sus imponentes fortalezas abrazadas por los propios viñedos. Aprender más sobre esta tradición es posible en el Museo del Vino de Peñafiel o en alguna de las bodegas que encontraremos a nuestro paso.

Además de vino, concretamente de la denominación de origen Toro, en Castronuño podremos disfrutar de un rico patrimonio y de su apacible vida rural a orillas del río Duero. La belleza rural también está presente en las tranquilas calles de piedra de Tiedra. A las afueras de este pueblecito se encuentra su castillo, una torre protegida por una sencilla muralla que no nos dejará indiferentes. 

A 18 kilómetros de la capital palentina, encontramos Becerril de Campos, uno de los tesoros de la comarca Tierra de Campos, de especial importancia durante el reino visigodo. A su reconocimiento como Bien de Interés Cultural en 2004 contribuyeron algunos de los bellos rincones de su casco urbano, como el puente de San Juan, la iglesia de Santa Eugenia o San Pedro Cultural. Frómista, Sahagún y Brañosera ponen el broche a la ruta por Castilla y León ante el impresionante entorno natural del Parque Natural Montaña Palentina. Dejamos atrás el pueblo más antiguo de España, fundado en el año 824, para continuar hasta Cangas de Onís. Un majestuoso puente romano con su cruz colgando, da la bienvenida a este municipio desde el que podremos descender el Sella en canoa. El precioso pueblo asturiano se sitúa a los pies de los Picos de Europa, muy cerca del Santuario de Nuestra Señora de Covadonga y los Lagos de Covadonga.

Ya en la costa, las calles del casco viejo de Castro Urdiales, con sus edificios de balconadas de madera, nos invitan a sumergirnos en el encanto marinero de la costa cántabra y a planear una nueva ruta con Pueblos Mágicos.