Así es el país menos visitado del mundo (y que podría acabar desapareciendo)
Es el cuarto país más pequeño del mundo y el paraíso más escondido del Pacífico.
¿Buscas un destino fácil de pronunciar, masificado y lleno de atracciones turísticas ridículas? Entonces este no es tu lugar. Pero si lo que deseas es una experiencia verdaderamente única, en un país tropical de playas de arena blanca, aguas azul turquesa y libre de turistas, ¡bienvenido a Tuvalú!
Sí, has leído bien: Tuvalú. No, no es un hechizo de Harry Potter ni un personaje nuevo del Libro de la Selva. Estamos hablando de un pequeño país insular en el Pacífico Sur, que tiene apenas 11.000 habitantes y recibe menos turistas en un año que cualquier cafetería hipster en Madrid un domingo por la mañana. Esa es su magia: es un destino único. Vamos a explicarte por qué Tuvalu podría ser el destino que no sabías qué querías, pero que necesitas visitar antes de que desaparezca.
¿Cómo llegar a Tuvalú?
Primero: llegar a Tuvalú conlleva muchas escalas. Este pequeño país está formado por un conjunto de islas entre Hawái y Australia, en pleno Pacífico Sur. Para llegar, tu única opción es volar a Fiyi y desde allí tomar uno de los escasos vuelos que operan solo dos veces a la semana. Podríamos decir que Tuvalú es la versión VIP del turismo. Mientras otros destinos se pelean por atraer multitudes con vuelos baratos y resorts todo incluido, esta pequeña ciudad es el club más exclusivo del mundo, donde el precio de la entrada es tener paciencia y saber que el vuelo que sale y entra en la isla despega siempre un jueves.
Además, esto da “cancha” a los niños del pueblo, que tras el despegue del avión habitual de la semana, colocan unas porterías en la pista de aterrizaje y se pasan el resto de la tarde jugando al futbol.
Tu llegada será recompensada con algunas de las playas más idílicas que puedas imaginar. Las playas de Tuvalú parecen sacadas de una película de náufragos, pero con más tranquilidad y menos drama. La arena blanca y las aguas cristalinas no tienen rival, y lo mejor de todo: no hay turistas. No necesitarás madrugar para clavar tu sombrilla en la primera línea de playa. En Tuvalú, el único “turista molesto” serás tú.
Comida, playas y animales exóticos
La vida en Tuvalú es lenta. Tu mayor preocupación será decidir si prefieres disfrutar del atardecer desde la playa o subido a un cocotero. Si te sientes aventurero, puedes alquilar una bicicleta y recorrer Funafuti, la capital, cuya modesta extensión te permitirá darle la vuelta en menos de una hora.
Sus aguas cristalinas son perfectas para hacer buceo. Durante esta experiencia puedes encontrar a especies marinas tan características de esta zona como son los delfines, las tortugas marinas e, incluso, si tienes suerte, podrías hasta ver ballenas jorobadas.
En cuanto a la comida, prepárate para una dieta local en la que el coco es el protagonista absoluto. Todo lleva coco: pescado con coco, arroz con coco, y coco con más coco. Si te gusta el pescado fresco, en Tuvalú no te decepcionará, ya que el mar lo ofrece todo. Sencillo pero sabroso.
Cambio climático: visita Tuvalú antes de que desaparezca
Un tema bastante importante en Tuvalú es el cambio climático. El país es uno de los más vulnerables al aumento del nivel del mar. De hecho, el primer ministro de Tuvalú, en una intervención durante la COP26, dio su discurso de pie en el agua, un potente símbolo de la realidad que enfrenta el país. El nivel del mar sigue subiendo, y Tuvalú podría desaparecer en unas pocas décadas si las tendencias actuales continúan.
Así que, además de disfrutar de un paraíso tropical, estarás visitando un lugar que tristemente podría no estar aquí por mucho tiempo. Tu viaje será más que turismo: será un acto de apoyo a una nación que corre el riesgo de desaparecer.
Tu viaje a este pequeño país no será solo un escape vacacional, será un viaje único a uno de los destinos más exclusivos y auténticos del planeta. Una experiencia solo apta para los aventureros más valientes y que buscan descubrir algo completamente diferente a las típicas vacaciones en la playa. Eso sí, como no te des prisa, puede que cuando quieras visitar este paraíso ya sea demasiado tarde.
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