De moda en Tokio

Una ventana abierta a la moda urbana más iconoclasta del planeta. Esta afirmación adquiere todo su sentido en esta calle, en cuyos 400 metros de recorrido se concentran las tendencias más irreverentes.

De moda en Tokio
De moda en Tokio

Entre la riada de extravagantes jóvenes que pueblan la calle Takeshita se confunden los trendhunters ("cazadores de tendencias") de reconocidas marcas, que acuden a este callejón peatonal del barrio de Harajuku para dejarse hipnotizar por lolitas de falso aire ingenuo, tribus urbanas de estética gótica o jóvenes con el pelo decolorado y camisetas de mensajes indescifrables. Pero la impronta cool de los tokiotas no sólo se limita a Takeshita. Las bocacalles que franquean la avenida Omotesandô -paralela a Takeshita- atesoran pequeñas tiendas de moda underground y talleres de diseñadores independientes, formando un rincón bohemio en el que merece la pena sumergirse.

Nuestro periplo lo iniciamos en Book off (1-8-8 Jingûmae), una librería con una gigantesca selección de mangas nuevos y de segunda mano en la que los coleccionistas con poco presupuesto tienen una completa sección de libros a 100 yenes (menos de un euro). Unos metros más al sur nos topamos con Laforet (1-11-6 Jingûmae), un centro comercial que desde su creación en 1978 no ha parado de reinventarse gracias a tiendas como Emily Temple Cute o Jane Marple, que harán las delicias de los amantes de la moda retro de clara inspiración británica.

Cruzando la calle se levanta Kiddyland (6-1-9 Jingûmae), una espectacular juguetería de seis plantas donde uno de sus artículos estrella tiene forma de Hello Kitty (un clásico omnipresente en Japón) de estilo punk. Una vez en la efervescente Takeshita un gorila gigante nos da la bienvenida a la tienda de moda masculina Zenmall . En los vistosos escaparates de Takenoko se nos muestra lo último en ropa para cosplay (del inglés costume play o "juego de disfraces"), los adolescentes que se visten como sus héroes del manga o sus ídolos de música punk. En la planta baja de Sexy Dynamite London encontramos prendas de Vivienne Westwood.

Al final de la mañana nos podemos perder entre las 29 salas de exposición de la galería Design Festa (3-20-18 Jingûmae), un poliédrico espacio de arte vanguardista donde cualquier artista puede exponer su obra por 525 yenes (4 euros) al día. La parada culinaria la realizamos en la Fronda de la Madrugada (2-33-12 Jingûmae), considerado el mejor restaurante mexicano de Tokio, en el que todo ha sido importado del país azteca, desde las baldosas de sus patios exteriores hasta los mariachis. Al caer la tarde sustituimos el bullicio consumista por la tranquilidad del parque Yoyogi, donde se levanta el majestuoso santuario sintoísta Meiji-Jingû (1-1 Yoyogi Kamizonochô), considerado el más grande de Tokio.

Soba noodles y sake con sabor a Tarantino

En el barrio de Roppongi, a veinte minutos de Harajuku, está Gonpachi, el restaurante donde Quentin Tarantino rodó algunas de las escenas más sangrientas de "Kill Bill". Decorado como un antiguo pueblo japonés y con capacidad para acoger a 200 comensales, en este local el visitante reconocerá los salones privados y las escaleras desde las que Uma Thurman acaba con la vida de 88 guerreros, en una de las escenas de lucha mejor rodadas de la historia del celuloide. Exquisita carta de especialidades niponas a precios moderados.

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