De moda en Barcelona

Por qué seguir clavado en el asfalto si puedes estar más cerca del cielo. Septiembre seguirá dando lametazos de calor y varios hoteles ofrecen terrazas de altura, con una perspectiva distinta y servicio de calidad.

De moda en Barcelona
De moda en Barcelona

La primera copa, junto a la Plaza Catalunya. Cruce las puertas del Hotel Pulitzer ya. (Bergara, 6), suba al ascensor y directo a una de las sensaciones de este verano, el Visit Up, con vistas sobre la calle Pelayo, pérgola y sofás donde refugiarse. Ojo con los tacones de aguja porque el suelo es una tarima laminada. Nos dejamos llevar por el trasiego de la Rambla hasta el Hotel 1898 (La Rambla, 109), en el edifi cio que fue la sede de la Compañía General de Tabacos de Filipinias. Tras su puerta giratoria, salones coloniales y, arriba, en el octavo piso, una terraza con una vista espectacular, una panorámica de 360 grados de la ciudad desde su corazón, con la piscina en un extremo y zonas chill out.

Llegamos hasta el mar, donde aguarda la terraza del Hotel Duques de Cardona (Paseo de Colón, 12), una atalaya sobre el Port Vell, con solarium de madera de teca, tumbonas y parasoles, servicio de bar y una pequeña piscina reservada a los huéspedes. Sin perder de vista el mar, recientemente abierto en la Barceloneta, el Hotel 54 (Joan de Borbó, 54), con el bar Suite Royale en el sótano, tiene abierta al público una terraza donde disfrutar de la brisa de la noche y del perfi l marítimo de Barcelona. Más refi nado, junto al Port Olímpic, en el Hotel Arts (Marina, 19-21) un buen plan es, al atardecer, la terraza del restaurante Arola, a la que se accede en ascensor sin pasar por recepción. Los jueves, junto a los sofás blancos, las jardineras de lavanda y el Mediterráneo al fondo, hay música en directo. Combinar las tapas de Sergi Arola con los cócteles de Diego Cabrera.

Cambiamos de perspectiva y subimos hasta las faldas de Montjuïc. Allí se ha inagurado este año el Hotel AC Miramar (Plaza Carlos Ibánez, 3). Sus jardines, su piscina irregular y sus vistas son de lo mejorcito. En la otra montaña con mayúsculas, el Tibidabo, está el Hotel La Florida (carretera de Vallvidriera al Tibidabo, 83-93). Su terraza se descuelga en varios niveles y en ella hay plantados varios olivos.

Y bajamos de nuevo al centro de la ciudad, donde aguardan nuevas propuestas. Como la del Hotel Majestic (Paseo de Gràcia, 68), que además de contar con dos impresionantes suites de 60 metros cuadrados como 80 de terraza, con piscina y jacuzzi incorporado, a razón de 1.800 euros la noche, también ofrece en su azotea una terraza con piscina y un mural fi rmado por Philip Stanton que en las noches de verano es accesible a todo el público. Muy cerca, en el Hotel Claris (Pau Claris, 150), la joya del hotelero Jordi Clos, es posible cenar o tomar unas copas en su terraza con vistas al Eixample. Y dejamos para el fifi nal la propuesta del Axel (Aribau, 33), el hotel gay más cool, que todos los miércoles veraniegos abre su terraza a todo el que quiera ver y dejarse ver.

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