Así es el misterioso y desconocido monumento a los dioses de Turquía

Durante miles de años las sociedades que habitan nuestro planeta han vivido un sinfín de eventos que han marcado un antes y un después en la historia y en nuestra forma de comprenderla. Egipcios, romanos, griegos o mayas, todos ellos dejaron un legado monumental que a día de hoy podemos visitar en forma de pirámide, coliseo o templo.

No obstante, hay muchos lugares sagrados (o no sagrados) creados por civilizaciones antiguas que todavía son desconocidos para muchas personas y que bien merecen la fama y el respeto que tienen sus compañeros. El mejor ejemplo de ello es Nemrut Dagi, un impresionante monumento con miles de años de historia que es una auténtica maravilla.

Una historia curiosa y misteriosa

La dinastía seléucida y los romanos nunca se llevaron muy bien, por lo menos hasta el año 64 a.C cuando el gobernador Antíoco I llegó al poder de los primeros. En ese momento firmaron un pacto de no agresión con Roma y comenzaron las relaciones amistosas entre ambos. Lo cierto es que Antíoco llegado el momento, vió que la fama y admiración por él era tal, que consideró que merecía ser tratado como un dios y que la sociedad debería reconocerlo durante el resto de la historia. 

Muy cerca de allí se encontraba el monte Nemrut, lugar que el gobernador consideró ideal para crear un monumento en su honor. La construcción consistió en cortar y rellenar la montaña con millones de cantos para crear una forma de pirámide en la que se tallaron inmensas estatuas. Éstas grandes representaciones eran la imagen de sí mismo junto con algunos otros dioses venerados históricamente como Zeus, Hércules o Apolo. Este enclave situado a más de 2.000 metros de altitud es uno de los monumentos más impresionantes del mundo debido al gran tamaño de sus figuras que alcanzan hasta los 9 metros de altura. 

El santuario a Antíoco cuenta con dos grandes terrazas talladas de forma artificial en las que se encuentran las estatuas de los ya mencionados Antíoco, Aslan, Zeus o Kartal entre otros. Por la parte trasera se pueden apreciar imágenes de Comagene, un famoso dios águila persa, un león u otras representaciones de Zeus. Una curiosidad muy interesante de todas estas figuras es que pese a que sus tocados nos recuerdan a los persas, las facciones son griegas y eso es algo que se puede ver en muy pocos monumentos. 

Lamentablemente, esta parte de Turquía sufre numerosos terremotos que provocan la caída y ruptura de algunas de las esculturas principales haciendo que pierdan la cabeza o se creen rajas en su estructura. El nombramiento de este enclave mágico como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hizo que se iniciaran labores de arreglo que consistían en recoger las cabezas que se habían desprendido por el seísmo y colocarlas junto a su correspondiente cuerpo. De esta forma, Nemrut Dagi podrá seguir siendo siempre ese impresionante y monumental destino de dioses que debes visitar al menos una vez en la vida.