Descubre el encanto de Malta: Ocho experiencias increíbles que transformarán tu próximo viaje

Con más de 3.000 horas de sol al año, escenarios de cine deslumbrantes, paisajes de vértigo y un patrimonio milenario, Malta atrae por igual tanto a los aficionados a la aventura como a los amantes de la historia y la cultura. A este archipiélago en el corazón del Mediterráneo le sobran los motivos para recorrerlo. 

La isla de Comino cuenta apenas con 3,5 kilómetros cuadrados, pero está bañada por las ilusorias aguas turquesas de la Laguna Azul. Lanzarse a sus aguas para llegar hasta el vecino islote de Cominotto será un auténtico placer. La poca profundidad de la laguna y su color hipnótico, hacen de ella uno de los lugares más visitados de Malta.

En 2017, la imagen más icónica de Malta se derrumbó. Un arco de piedra caliza de 28 metros de altura conocido como la Ventana Azul que decoraba la costa de la isla de Gozo. El disgusto viendo desaparecer este emblema maltés fue grande, pero muy cerca es posible sentir la espectacularidad de este litoral.

Una grieta en el acantilado, de 50 metros de profundidad, permite que el agua se adentre en él formando una bahía. Bucear a través de la conocida como Inland Sea y aparecer bajo las espectaculares formaciones rocosas que formaban la Ventana Azul, es una experiencia inolvidable.

Una de las experiencias imprescindibles que hacer en Malta es cruzar el Gran puerto en Dghajsa, la embarcación tradicional maltesa parecida a las góndolas venecianas, con rumbo a las Tres Ciudades: Senglea, Vittoriosa y Conspicua. Este importante núcleo defensivo fue edificado por los Caballeros de la Orden de Malta para proteger la isla.

Situada en La Valeta, la capital de Malta, este edificio religioso es todo un ejemplo mundial de alto barroco. En la concatedral de San Juan se encuentran las lápidas en mármol de los Caballeros de los siglos XVII y XVIII. La obra más ilustre que guarda es La Decapitación de San Juan Bautista, de Caravaggio.

El patrimonio maltés es abundante y sorprendente. Entre sus maravillas se encuentran varios templos milenarios como el complejo megalítico de Hagar Qim, anterior a las pirámides egipcias. Situado junto a un acantilado, en la cima de una colina al sur de la isla, goza de unas fabulosas vistas, además de ser un punto clave para los apasionados de la arqueología y de la historia. 

Los jardines superiores de Barrakka conforman uno de los mejores miradores de La Valeta y, además, son el mejor punto desde el que contemplar la Batería de Salvas, un tradicional cañonazo que se lleva a cabo todos los días a las 12:00 y a las 16:00 horas desde la terraza del Museo Militar, donde se dispone una hilera de ocho cañones. Este ritual se remonta a 1820, cuando era realizado para que los capitanes de barco pudieran calibrar sus instrumentos de navegación, aunque también hace referencia al Gran Sitio de Malta, un asedio de las fuerzas otomanas que tuvo lugar en 1565.

Caracterizada por la esencia mediterránea, y con toques especiados, la gastronomía maltesa es toda una delicia. Influenciada, a lo largo de su historia, por las cocinas árabe, italiana y británica posee platos como los pastizzi (una especie de empanadilla que tiene su origen en la cocina turca) o el pescado lampuki (muy similar a la dorada) o el Imparet, un pastel árabe relleno de dátiles, especias y sabores cítricos.

La hermana pequeña de Malta es una isla tranquila que se puede recorrer fácilmente en tuk tuk u otro pequeño vehículo eléctrico. Una forma divertida de conocer la vida local y explorar lugares llenos de encanto como la ciudadela de Victoria, la basílica de Ta´Pinu o las salinas de Marsalforn. 

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