8 ciudades que debes conocer de Marruecos (algunas te sorprenderán)

Recorrer las calurosas arenas del desierto, conocer las antiguos ciudades árabes y descubrir todos los secretos de las ciudades más importantes de Marruecos son solo algunas de las experiencias que podemos vivir en este trepidante viaje por Marruecos. Aterrizamos en Marrakech y desde allí comienza esta aventura.

Su laberíntica medina, repleta de coloridos zocos y acogedores riads, se extiende alrededor de la siempre animada Jemaa el Fna, una gigantesca plaza que cambia completamente de aspecto según el momento del día en el que la pisemos. Terrazas en las que probar las delicias del país, artistas ambulantes y paseos a caballo dan rienda suelta al encanto y autenticidad del centro neurálgico de Marrakech. A 10 minutos caminando encontraremos, hacia un lado Koutoubia, un minarete del sigo XIII que nos recordará a la Giralda de Sevilla, y, hacia el otro, el impresionante Palacio de la Bahía.

En cuatro horas en coche hacia el noroeste del país aguarda Casablanca, una ciudad portuaria perfilada por edificios antiguos entremezclados con otros de estilo art déco.

Junto al mar, el paseo de la Corniche mueve la acción de la capital económica de Marruecos entre bañistas y surfistas de día, y discotecas y terrazas por la noche. Siguiendo el boulevard, la mezquita Hassan II destaca por tener el minarete más alto del mundo, con 210 metros de altura.

Si Casablanca es la capital económica del país, Rabat es la administrativa. Sus calles irán mostrándonos algunas visitas imprescindibles, como la Kasbah des Oudayas y sus jardines vigilando el río Bouregreg, el mausoleo de Mohamed V o la explanada de la Mezquita dominada por la Torre Hassan.

A 40 minutos hacia el sur, Meknes o Mequinez es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, localizada a los pies de la cadena montañosa del Atlas Medio, aunque la cercana Fez es la que se lleva el título de la más antigua de todas ellas.

La magnitud de Fez merece ser observada desde las colinas ubicadas a sus afueras para luego adentrarnos, a ritmo lento, entre su infinidad de mezquitas y la medina amurallada Fes El Bali. Sus muros encierran Medersas, el centro de estudios del Corán y distintos gremios de artesanos agrupados en animados barrios donde palpar el pasado de la ciudad.

Cruzar las montañas del Medio Atlas hacia Midelt, famosa por sus alfombras, nos conducirá hasta el oasis de Erfoud, en el desierto del Sáhara. Uno de los tramos más apasionantes de nuestro viaje donde nos será imposible apartar la mirada de la ventanilla del coche. Aquí, la cultura beréber toma el protagonismo, aunque se hace más evidente en Merzouga, la puerta de entrada a la enorme extensión de dunas de Erg Chebbi hasta la que llegaremos subidos a un camello. Sobre uno de esos gigantescos montículos dorados se contemplan los cautivadores atardeceres de arena.

La fascinación que Marruecos no parará de aumentar en lugares como las Gargantas del Todgha, un estrecho desfiladero de unos 300 metros de altura por el que discurre el río del mismo nombre. Pero, en el último tramo del recorrido aún esperan numerosas sorpresas con las que terminar de caer rendidos ante el país.

Emprendemos ahora la Ruta de las Mil Kasbahs, gobernada por esas construcciones de adobe rojo que dibujan los caminos del Marruecos más árido entre oasis de palmeras datileras. Kalaa de M´Gouna, conocida por los perfumes que en esta ciudad se elaboran con sus rosas, o Ouarzazate y su popular Kasbah de Taourirt, son algunas de las paradas de esta maravillosa ruta. A las afueras de Ouarzazate, un viejo estudio de cine convertido en parque temático deja constancia de las numerosas películas que se han rodado en la zona.

Este viaje por tierras marroquíes nunca había sido tan fácil de realizar, y es que ahora puedes conocer el Marruecos de la revista VIAJAR gracias a Club VIAJAR. Un recorrido por estos imprescindibles que nos harán enamorarnos del país vecino, una oportunidad única que no puedes dejar pasar. ¡Vente de viaje con nosotros!