El pueblo de Italia con las vistas más privilegiadas del Lago di Garda

Las vistas más alucinantes del lago más grande de Italia se deben presenciar en este precioso pueblo acuñado como ‘la península de los poetas’.

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Es una de las postales más identificativas de Italia: un precioso lago de azules aguas que se impone majestuoso a los pies de pequeños pueblos a los que rodean acantilados de ensueño. El Lago di Garda es, indiscutiblemente, uno de los paraísos terrenales que más nos acercan al cielo, pues es una de las postales italianas por excelencia que nos transporta siempre a su preciada 'dolce vita'. 

Sirmione se encuentra en pleno Lago di Garda

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En sus extensas orillas no es difícil encontrar preciosos pueblos que miran a este precioso lago, pero hay uno diferente a los demás, que aguarda entre sus fronteras las vistas más privilegiadas a esta gran masa de agua y que es conocida como la península de los poetas. 

La península de los poetas

Este precioso pueblo no es otro que Sirmione, que en su nombre ya nos explica su razón de ser. Proviene de "syrma", que significa cola, ya que se desarrolla en una delgada península que se extiende a lo largo de 4 kilómetros en el corazón del Lago di Garda.  

Paseo alrededor del Lago di Garda.

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Pero es la belleza de su paisaje y de su casco histórico la que le ha valido el nombre de "península de los poetas", inspirando y fascinando a numerosos artistas a lo largo de su historia, como el gran poeta latino Catulo o Ezra Pound, un joven poeta estadounidense del siglo XX que conoció a su amigo James Joyce en Sirmione.

Pero Sirmione encuentra su razón de ser en su centro histórico, situado en la península que divide la parte inferior del Lago di Garda conservando importantes restos romanos y medievales. De hecho, en la punta del promontorio de la península, se encuentra la villa romana más grande e importante del norte de Italia, llamada "Cuevas Catullus". Su castillo es, también, otro de los lugares de obligada visita, pues sirvió como una importantísima posición estratégica para los italianos al convertirse en uno de los puntos del sistema de fortificación de Scaliger. 

En el centro de Sirmione se pueden ver casas con preciosas flores.

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¿Qué ver en Sirmione?

Catalogada como la "perla del Lago di Garda", esta localidad es particularmente apreciada por su belleza paisajística pero también por una historia que aún hoy habla y que se reparte de forma elegante por todo su territorio. He aquí unos cuantos lugares de obligada visita para empaparte de ella: 

Castillo Scaligero de Sirmione

Es uno de los iconos de la ciudad, que se deja ver como una espléndida fortaleza bañada por las aguas del Lago di Garda. Con su perfecto estado de conservación y su posición estratégica a la entrada del pueblo, este sirve como único punto de acceso al centro histórico de la ciudad. Es, quizás por eso, que es una de las postales más conmovedoras. 

El Castillo Scaligero está bañado por las aguas del Garda.

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Para entender su historia hay que remontarse al siglo XIII, cuando se construyó para proteger al pueblo y al puerto con un puente levadizo a su entrada, ahora reconvertido en un precioso paseo peatonal. Pero lo más curioso es que, para las fechas de su construcción, es un raro ejemplo de fortificación para uso portuario

En su interior se pueden visitar varias estancias: desde el patio principal, rodeado de altos muros y torres, hasta el patio del muelle, antiguo refugio de la flota veronesa que nos llevará, después de ascender por sus 146 escalones, al paso de patrulla. 

Cuevas de Catulo

El complejo arqueológico de las Cuevas de Catulo contiene los restos de una imponente villa romana construida entre el siglo I a. C. y el siglo I d.C, siendo el testimonio más importante de este tipo de construcciones en todo el norte de Italia. Debe su nombre, de hecho, al famoso poeta Cayo Valerio Catulo, que ya entonces elogiaba a Sirmione hablando de “una pequeña joya frente al lago”. 

Arcos en la Grotte di Catullo, en Sirmione.

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Esta antigua villa, en sus años de esplendor, estaba organizada en varias plantas con numerosos pórticos y terrazas con vistas al lago. Tras su abandono en el siglo III d.C., fue utilizado con fines defensivos y militares. Todavía hoy se presenta con su magnificencia, que se puede ver a través de 2 hectáreas. 

Pero, sin duda, uno de los grandes reclamos de este sitio arqueológico es su posición: al final de la penínbsula de Sirmione, rodeada por aguas azules y flanqueada por la famosa playa de Jamaica, formada por losas de roca a la que solo se puede llegar a pie o en barco. 

Termas de Aquaria

Desde hace más de 125 años Sirmione también es famosa por sus spas, que siempre han prestado atención al cuidado personal gracias a la belleza del agua sulfurosa de bromo y yoduro que aún hoy siguen atrayendo a miles de personas interesadas en sus poderes curativos.

Las termas de Sirmione tienen unas privilegiadas vistas al lago.

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Uno de los lugares más famosos y codiciados es las Termas de Aquaria, ubicadas en el centro histórico de Sirmione e inmersas en un hermoso parque. Un spa con más de 10.000 metros cuadrados de estructura en pleno centro histórico que, además de reparar cuerpo y mente, sirve para ofrecer una de las vistas más privilegiadas del lago. 

Iglesia de San Pietro in Mavino 

Si quieres empaparte de la historia de la ciudad debes visitar su iglesia más antigua. Esta se encuentra inmersa en el silencio de los olivos, en una parada que se encuentra en dirección a las cuevas de Catulo. 

La Iglesia de San Pietro in Mavino es uno de los lugares que debes visitar en Sirmione.

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La Iglesia de San Pietro in Mavino, aunque remodelada varias veces a lo largo de los siglos, muestra interesantes legados del románico lombardo, en particular su antiguo campanario que data del año 1070. En su interior se pueden descubrir frescos que datan de los siglos XII-XVI, donde también se puede presenciar la única capilla lateral construida en 1630 y dedicada a San Nicola da Tolentino. 

En el exterior es muy sugerente la campana del monumento, que con su tañido recuerda a los caídos de las dos guerras mundiales. Esta zona, como no podía ser de otra forma, también sirve para disfrutar de unas maravillosas vistas del Lago di Garda.