El mejor destino de Europa para tu primer viaje sola: barato, seguro y con ciudades y paisajes que quitan el aliento
Teniendo en cuenta que Europa es un continente bastante seguro, te proponemos un destino que te encantará para realizar ese viaje sola que llevas tanto tiempo planificando.
Libertad. Es lo que se siente al emprender un viaje en solitario. Si bien es cierto que la primera vez puede existir un poco de miedo, no hay nada que temer si se sabe elegir bien el destino. Un viaje, sea bueno o malo, al pueblo de al lado o a la otra punta del mundo, cambia a la persona que lo hace, sobre todo si lo hace sola, pues cuenta con ventajas que no tienen los grupos, que es elegirlo todo, improvisar sin ser juzgada y conocerse a sí misma. Nunca es tarde para practicar el 'solo travel', solo tienes que armarte de valor y salir de casa con las ideas muy claras, dispuesta a conocer el mundo que nos rodea.
La seguridad es algo muy importante a la hora de planificar un viaje en solitario, sobre todo si eres mujer. Existen rankings como el 'Índice de peligro para la mujer', elaborado por la consultora de viajes Asher & Lyric con información de las Naciones Unidos, que valora los diferentes destinos. Según él, Europa es el continente con mayor seguridad, albergando siete de los diez países a la cabeza: Islandia, Irlanda, Austria, Nueva Zelanda, Singapur, Suiza, Portugal, Dinamarca, Eslovenia y Malasia. Mientras que a la cola se encuentran Sudáfrica, Brasil y Rusia, entre otros lugares que no deberías visitar sola.
Otra característica a tener en cuenta a la hora de elegir el destino es el presupuesto que tenemos y el costo de vida del sitio al que vamos a ir. Sabiendo todos estos parámetros, podemos afirmar que el mejor destino europeo para tu primer viaje sola es Eslovenia. Si bien el norte de Europa no se caracteriza precisamente por ser barato, la zona de los países bálticos cuenta con sendas particularidades, es segura y barata. Suele ser un país que queda completamente olvidado, pero que esconde infinitas posibilidades que no dejan indiferente a nadie, tanto urbanas como rurales.
La Eslovenia más urbanita
Las ciudades eslovenas no son precisamente grandes, por lo que sentirse acogida es mucho más fácil, incluso en su capital, Liubliana, cuyo encanto reside en gran medida precisamente en esto. Es una urbe que se reparte a los dos lados del río Ljubljanica, cuyas orillas pueden recorrerse tanto a pie como en bicicleta o contemplarse desde un barco. Su casco antiguo delata sus orígenes medievales, con un castillo en lo alto de una colina y una arquitectura ecléctica de lo más impresionante. Partir de aquí para conocer el país es la mejor opción, ya que ofrece la posibilidad de descubrir otros lugares de manera muy sencilla y barata.
A tan solo una hora de la capital se encuentra Bled, una emblemática ciudad presidida por un castillo sobre un acantilado a los pies de un precioso lago que recibe el mismo nombre. Al otro lado, en la costa mediterránea, podemos visitar Piran, una suerte de Venecia eslovena que realmente tuvo lazos con la ciudad italiana de antaño. Kranjska Gora, en el corazón de los Alpes julianos; la desconocida Maribor, que alberga la vid más antigua del mundo; Ptuj, la ciudad con más historia de Eslovenia; o la pintoresca Kamnik, muy cerca de la meseta de los pastores de Velika Planina, son otras ciudades indispensables que visitar aquí.
La cara más natural de Eslovenia
Toda ciudad eslovena está rodeada de un paisaje impresionante, comenzando por el lago Bled, la atracción natural más visitada del país. Y no es para menos, pues sus aguas cristalinas rodeadas de montañas y el castillo presidiendo el entorno parecen de otro mundo y quitan el aliento incluso a la más escéptica. Otra maravilla natural de Eslovenia es la Garganta del Vintgar, un desfiladero de unos dos kilómetros de longitud por el que pasear y admirar el magnífico paisaje que deja a sus pies. Por otro lado, el río Soca es perfecto para las que quieran practicar algún deporte como el rafting.
Las más aventureras y amantes de la montaña pueden aprovechar para subir al pico más alto del país, el Monte Triglav, de 1.864 metros. Se encuentra en el corazón de los Alpes julianos y da nombre al único Parque Nacional Esloveno. El Paso Vsic, las Grutas de Postjona, los Desfiladeros de Tomlin, las cuevas de Skocjan o el anteriormente mencionado Velika Planina, son algunos de los muchos atractivos naturales de este precioso país báltico. Su perfecta combinación entre lo urbano y lo rural hace que sea el mejor destino para viajar sola, pero también lo convierte en un lugar perfecto para visitar en cualquier momento y situación.