'Turismo Dark 2', el libro que nos lleva a los lugares más misteriosos del mundo

La periodista Míriam del Río nos acerca a los enclaves más misteriosos del mundo en la segunda parte de ‘Turismo Dark’, que, además, incluye experiencias inmersivas.

El turismo oscuro, una nueva forma de conocer mundo
El turismo oscuro, una nueva forma de conocer mundo / Istock / Kenzo75

A la periodista catalana Míriam del Río siempre le han apasionado los lugares inhóspitos, sombríos y llenos de misterio. Y, un día, se dio cuenta de que lo que ella practicaba recibía el nombre de 'Turismo Dark'. Más allá de la mera anécdota, Míriam descubría lugares con un magnetismo que la atrapaban sin saber por qué y, ahora, ha vuelto a la carga con la segunda parte de su libro 'Turismo Dark' para acercar al lector esos enclaves que merecen ser descubiertos por el lector a lo largo de los cinco continentes.

En ‘Turismo Dark 2’, editado por Luciérnaga, tienen cabida jardines, hospitales, islas, prisiones, grutas, museos… un viaje alrededor del mundo que explora diversos lugares asociados con la muerte, el misterio o el abandono, desde un punto de vista histórico y cultural.

'Turismo Dark 2', un libro para amantes de las curiosidades viajeras más sombrías.

'Turismo Dark 2', un libro para amantes de las curiosidades viajeras más sombrías.

/ D.R.

Hemos charlado con la autora días antes del lanzamiento del libro y nos ha contado algunas curiosidades de los lugares oscuros que ha visitado, cuál es para ella la clave para que este tipo de turismo se pueda realizar sin riesgo para el viajero o la experiencia extrema que la llevó a rozar una hipotermia.

Dentro del turismo Dark, hay diferentes corrientes, desde gente que quiere vivir experiencias inmersivas para descubrir cómo viven determinadas personas (por ejemplo, el paso a Estados Unidos desde México o la experiencia en una prisión) hasta los que simplemente disfrutan conociendo otros enclaves más siniestros o rodeados de leyendas, pero sin ir más allá…. ¿cómo es Miriam del Río como viajera?

El contenido del libro es un fiel reflejo de lo que es mi personalidad, disfruto muchísimo descubriendo las cosas por mí misma. Me encanta disfrutar de los volcanes en Islandia o perderme por cementerios escoceses que tienen esa aura y ese encanto decadente, pero también disfruto muchísimo visitando ciudades y sitios más tópicos como las catacumbas de París.

Míriam del Río junto a una sacerdotisa vudú de Nueva Orleans.

Míriam del Río junto a una sacerdotisa vudú de Nueva Orleans.

/ D.R.

¿En qué momento de tu vida descubres que te interesan este tipo de destinos más oscuros?

Llevo practicando turismo oscuro hace muchos años, el problema es que yo no sabía que lo practicaba. El turista oscuro puede ser una persona que simple y llanamente esté interesada en esa parte histórica y cultural y esa necesidad intrínseca de conocer la historia en primera persona.

¿Está el mundo lleno de rincones siniestros?, ¿quedan algunos por descubrir?

El mundo está repleto de lugares que tienen esa aura oscura, quedan muchísimos por descubrir; de hecho, al finalizar el glosario del libro me doy cuenta que me he dejado alguno. En la primera edición me costaba más encontrar lugares de turismo oscuro en África. Y en este segundo volumen me ha costado más encontrar los de Oceanía…. 

La máxima del turismo oscuro es visitarlo todo con respeto.

Este segundo libro de Turismo Dark ofrece información para realizar experiencias extremas…. ¿has participado en alguna?, ¿qué criterios tienes a la hora de seleccionar unos enclaves u otros?

He añadido en este libro este punto experiencial, que la experiencia sea inmersiva y vivas esa historia en primera persona. He visitado, por ejemplo, el Heard Attack Grill Restaurant de Las Vegas, donde los menús tienen ese índice calórico tan bestia. Esos lugares tienen una gracia especial.

Otro enclave dark: el cementerio de barcos de Chittagong, en Bangladés.

Otro enclave dark: el cementerio de barcos de Chittagong, en Bangladés.

/ Istock / Katiekk2

Muchos de los espacios que yo escojo los selecciono porque me gustan. El turismo dark es muy divertido porque tiene esa labor periodística de documentación, lugares que tengan una historia curiosa y divertida. En Belice, en la cueva Actun Tunichil Muknal se realizaban sacrificios mayas y para acceder a ese espacio que está en la profundidad de la cueva tienes que hacer de todo. La recompensa es llegar a un espacio que se llama la catedral, donde hay restos mayas que no han sido intervenidos por los arqueólogos. Es algo espectacular. Es muy curioso, porque esa experiencia yo la viví y la disfruté, pero sufrí un principio de hipotermia porque estaba congelándome. Cuando acabas la experiencia dices menudo lugar que acabo de visitar…

El templo de las ratas en la India, por ejemplo, no es apto para todo el mundo, ya que los olores son bastante importantes… Y ese lugar se tiene que visitar con el máximo respeto porque las ratas son consideradas como deidades sagradas, así que ni se te ocurra hacer un gesto despectivo… La máxima del turismo oscuro es visitarlo todo con respeto y si sigues esta norma no vas a tener ningún problema.

La autora visitando la tumba de Nicolas Cage. Y no, no está muerto, pero es una persona previsora.

La autora visitando la tumba de Nicolas Cage. Y no, no está muerto, pero es una persona previsora.

/ D.R.

¿Hay alguno de los destinos de los que hablas en tu libro que no hayas visitado y te haya sido especialmente difícil documentar?, ¿y alguno que tengas pensado visitar en breve?

A veces son destinos crueles. En la primera edición hablaba de Indonesia y unos rituales que llevan a cabo realizando una autentica matanza de búfalos. Esto es algo complicado de gestionar, ya que la mentalidad europea no está preparada para esa carnicería; para ellos es algo muy normal, pero para nosotros es una matanza en toda regla.

¿Este tipo de turismo dark te parece una moda pasajera (a pesar de que el término se acuñó hace algunas décadas) o una corriente que ya se ha instaurado totalmente a la hora de viajar?

En los años 90 te diría que sí, sigue teniendo mala fama por culpa de unos pocos. Los que promovemos este tipo de turismo con cabeza proponemos que se realice con respeto, tú no puedes visitar un campo de concentración haciéndote selfis o banalizando el lugar. Es algo tan simple como eso. Está de moda, pero no es una moda.

El colorido cementerio de Chichicastenango también aparece en 'Turismo Dark 2'

El colorido cementerio de Chichicastenango también aparece en 'Turismo Dark 2'

/ Istock / Renata Tyburczy

Lo bonito de este tipo de turismo, concluye Míriam, 'es desgranar la historia, tirar del hilo, ver de dónde viene todo, qué historia esconde el lugar y entenderla y comprenderla desde una perspectiva histórica y cultural'.

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