Por qué hacer senderismo: la ciencia nos da 10 razones
Hacer senderismo aporta innumerables beneficios para tu salud. Y no lo decimos nosotros (que también) sino los innumerables estudios científicos que respaldan esta afirmación.
El senderismo es, si nos atenemos a la Real Academia de la Lengua, una 'actividad deportiva que consiste en caminar por el campo siguiendo un itinerario determinado'. Así de simple. Y una cosa tan sencilla como esta nos va a permitir descubrir pueblos maravillosos (por ejemplo, los más bonitos de España), enclaves únicos y, cómo no, estar en contacto directo con la naturaleza.
Practicar senderismo tiene innumerables beneficios para el organismo, pero no solo a nivel físico; de hecho, numerosos estudios científicos han demostrado su poder a nivel mental. Y hoy, en Revista VIAJAR, te descubrimos las 10 razones que nos da la ciencia por las que hacer senderismo es una de las mejores formas de viajar y descubrir enclaves como el pequeño Cañón del Colorado en Toledo o los Alpes españoles.
Reduce las emociones negativas
Un estudio de 2018 llevado a cabo por académicos de Corea y Japón ha demostrado que caminar en medio de la naturaleza, reduce de forma considerable las emociones y estados negativos de ansiedad, hostilidad, ira, fatiga, depresión o confusión.
Mejora los patrones de sueño
Dos horas de caminata por la naturaleza aportan mejoras en muchos patrones del sueño, incluyendo el tiempo medio de descanso, minutos sin movimiento, profundidad y calidad. Un estudio publicado por la revista de medicina Bio-psicosocial demuestra que los beneficios que puede traer el senderismo a nuestros patrones de sueño son irrefutables.
Mejora de habilidades cognitivas y de memoria de corto plazo
La Universidad de Michigan ha llevado a cabo un estudio (que puedes leer aquí en inglés) en el que compara el impacto en términos cognitivos y de memoria de corto plazo de caminar 50 minutos en un bosque de robles frente a hacerlo en una calle con varios carriles. Los resultados en las pruebas de realizadas a quienes habían caminado en la naturaleza, fueron mejores (en torno a un 18 %) que las pruebas de quienes lo hicieron en la ciudad.
Mejora del sistema inmune
Los entornos naturales pueden aportar reducciones importantes de estrés y elevaciones importantes del sistema inmune. Cuando caminamos en un entorno natural (aquí puedes descubrir seis rutas de senderismo con increíbles vistas), las células NK aumentan considerablemente, mientras que rebajamos los niveles de cortisol y la presión arterial.
Eleva la creatividad
Volvemos a prestar atención a otro estudio científico publicado en Dinamarca que demuestra que las actividades que se dan en entornos naturales (como el senderismo) tienen un impacto directo en el incremento de la creatividad.
El estudio explica el cómo la naturaleza tiene la capacidad de evocar un pensamiento creativo, elevar nuestra curiosidad y flexibilidad de pensamiento. Además, nos ayuda con la atención directa, fundamental en el desarrollo de nuevas ideas.
Mejora de relaciones familiares
Practicar senderismo en familia aporta innumerables beneficios tanto para adultos como para los más pequeños de la casa, que van a poder descubrir rutas perfectas y adecuadas a su condición física. ¿Un ejemplo? Las dos rutas que parten desde el madrileño pueblo de Torrelaguna.
Incrementa las habilidades de navegación
La persona que es capaz de orientarse en el campo juega con ventaja respecto a los urbanitas. Y es que está demostrado (gracias al neurocientífico Daniel J Levitin) que practicar senderismo te obliga a mantener activo el hipocampo, la parte del cerebro que se encarga de recordar a dónde vamos y cómo movernos adecuadamente. Si el hipocampo no se ejercita de forma regular, corre el riesgo de atrofiarse.
Fortalecimiento de músculos
Este beneficio es, quizá, el más reconocido, ya que practicar senderismo fortalece los músculos y huesos del tren inferior más que una caminata tradicional. Y es que caminar en un terreno desigual o irregular requiere mayor energía y pone a trabajar diferentes músculos que en un paseo no se ejercitan con tanta intensidad.
Quema de calorías
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos ha publicado un estudio que demuestra que hacer senderismo en un terreno de dificultad moderada, te puede hacer perder hasta un 27 % más de kilocalorías que un ejercicio de bici (a menos de 16 km/h), un 32 % más que una caminata en terreno regular, o hasta un 68 % más que una sesión ligera de pesas.
Mejora de salud cardiovascular
Si tienes la tensión arterial alta, deberías practicar senderismo, ya que puede reducir la presión arterial sistólica. Y lo más interesante es que estos beneficios están comprobados llevando a cabo una sola caminata a la semana.
En definitiva, practicar senderismo aporta innumerables beneficios físicos y psicológicos además de regalarnos paisajes únicos que podrían ser el hogar de hadas u otros seres maravillosos.
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