¿En qué partes de Cataluña se ha rodado la nueva temporada de 'Todos mienten'?

El creador y director de la exitosa serie de misterio, Pau Freixas, y su diseñador de producción, Joan Sabaté, nos conducen por los escenarios reales del ficcional barrio de Belmonte.

Natalia Verbeke (Ana) y Ernesto Alterio (Diego) en una imagen de 'Todos mienten' en la cala Sant Francesc de Blanes
Natalia Verbeke (Ana) y Ernesto Alterio (Diego) en una imagen de 'Todos mienten' en la cala Sant Francesc de Blanes / Movistar +

No está demasiado claro si el barrio de Belmonte es el mejor para vivir, aunque las casas sean tan idílicas: allí reinan el secreto, la mentira e incluso el asesinato, como vimos en la primera temporada de 'Todos mienten' (Movistar Plus+). Por suerte o por desgracia, Belmonte no existe, sino que es una ficción construida a partir de muchas piezas. "Las casas de los personajes están diseminadas por Cataluña", nos informa Pau Freixas, creador y director de este exitoso cruce de drama, comedia negra y suspense. "Casa Ana [Natalia Verbeke] en Sant Vicenç de Montalt. Casa Sergio [Juan Diego Botto] en Bellaterra. Casa Yolanda [Eva Santolaria] en Sant Feliu de Codines… Básicamente, buscamos que las casas tuvieran un espíritu veraniego; casi como si fuesen unas maravillosas residencias de los padres que, con el tiempo, se convirtieron en el hogar de los hijos". 

Fotograma de 'Todos mienten' de Movistar +

Fotograma de 'Todos mienten' de Movistar +

/ Movistar +

Al principio de la segunda temporada, que se estrena el jueves, día 14, la comunidad todavía trata de recuperarse del asesinato del joven Iván (Lucas Nabor), a quien se rinde homenaje en una playa; la cala Sant Francesc de Blanes (Girona), para ser precisos. "Tenía que ser un lugar precioso, sin elementos que distorsionaran la idealización de Belmonte", dice Freixas. "Y donde el tipo de construcción fueran casas de clase alta. Casas donde todos querríamos vivir, o por lo menos pasar unas largas vacaciones". 

'Forrest Gump' en el corazón

El aparente autor del crimen, Néstor (Leonardo Sbaraglia), parece haber huido. Pero todo es, si cabe, aún más oscuro, como recordarán quienes vieran la primera temporada (los que no lo hayan hecho quizá deberían saltarse este párrafo y el siguiente): Macarena (Irene Arcos) y Ana mataron al presunto fugitivo y se deshicieron del cuerpo tirándolo por un barranco; el Mirador de Tavertet, para más señas. "Era el sitio más espectacular donde podíamos terminar la temporada anterior", cuenta el diseñador de producción Joan Sabaté sobre un escenario también prominente al comienzo de la nueva entrega. "Puestos a tirar un cadáver, hagámoslo como Dios manda. Si el acantilado por el que caía Iván, o le ayudaban a caer, tenía quince metros, este debía de tener más. Era un doble salto mortal. Nunca mejor dicho". 

Macarena y Ana creen que todo se olvidará, pero la policía encuentra un cuerpo al lado de una cabaña abandonada. "Para hacerla me inspiré, emocionalmente, en la casa del padre de Jenny en 'Forrest Gump'. Imagínese. También en la casa de muñecas tamaño natural que tenía mi abuelo". La evocadora construcción está situada en un entorno bastante envidiable: al lado del lago de Greugés

El exterior del Hospital Belmonte sigue siendo la Facultad de Medicina de la UAB, y el club deportivo es todavía la Emilio Sánchez Academy Barcelona, a cinco minutos del aeropuerto del Prat. "De hecho, en este caso, ya lo tenía en la cabeza mientras escribía", dice Freixas. "Con sus pistas de pádel y tenis, su piscina y su zona de hípica, encajaba a la perfección con la idea de club que hay en Belmonte". 

En un hipotético futuro, si el éxito se repite, Sabaté disfrutaría viendo a estas criaturas "en un juicio, uno que fuera como muy de aquí". Por su parte, Freixas querría ver a los personajes en una boda: "Todos los actores juntos, en plena efervescencia del misterio y asistiendo a una ceremonia en un lugar como Formentera. Ahí lo dejo".

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