Un océano de detalles por descubrir
Regent Seven Seas Cruises redefine el concepto de lujo en alta mar con cruceros que ofrecen la experiencia más top en todo incluido: bebidas premium, wifi, restaurantes de especialidad, propinas e incluso excursiones en cada puerto de escala.
Recorrer los más bellos puertos del Mediterráneo, surcar las tranquilas aguas de los fiordos noruegos, bordear la costa de la salvaje Alaska o, por qué no, cumplir el sueño de dar la vuelta al mundo. Todas estas experiencias y otras muchas aventuras son las que ofrece la compañía Regent Seven Seas Cruises a través de sus cruceros, cuya flota se cuenta entre las más lujosas del mundo, con seis buques que han hecho de la excelencia, el mimo por los detalles y un trato exquisito su seña de identidad. Todo ello con el fin de brindar al cliente la mejor de las experiencias. Para lograrlo, los navíos de Regent Seven Seas Cruises apuestan por la intimidad y la exclusividad, y para ello cuentan con buques capaces de ofrecer la máxima calidad a entre 496 y 746 pasajeros, y un tamaño óptimo que les permite acceder incluso a los puertos y rincones más recónditos y singulares, donde embarcaciones de mayor calado no tienen posibilidad de atracar.
Además, fieles a ese espíritu de refinamiento y distinción que caracteriza a la naviera (que acaba de cumplir tres décadas de experiencia), todas las suites de sus cruceros cuentan con un amplio vestidor, cuarto de baño de mármol (bien surtido de productos de marcas de lujo como L’Occitane y Hermès) y dimensiones que van desde los 28 metros cuadrados de la más pequeña hasta los increíbles 412 m2 de la exclusiva Regent Suite. Tampoco falta, en parte de las estancias –en función de la categoría–, el servicio de mayordomo o la posibilidad de reservar una noche pre-crucero para mayor comodidad; además, casi todos los dormitorios disponen de terraza o balcón para disfrutar de las mejores vistas.
La misma búsqueda de perfección se traslada a la experiencia gastronómica a bordo, pues los buques de Regent cuentan con una propuesta culinaria internacional capaz de satisfacer a los gourmets más exigentes y seducir a los paladares más refinados. Sus exclusivos restaurantes de turno libre –y sin cargo extra– ofrecen una variedad de platos y sabores que el cliente puede degustar dónde y cómo prefiera, siguiendo la máxima de la naviera de ofrecer una experiencia inigualable, algo que se ha convertido en auténtico lema de la compañía.
El afán por la excelencia que distingue a los cruceros de Regent Seven Seas Cruises no se limita tan solo al tiempo a bordo, sino que se extiende también a las actividades que los pasajeros pueden realizar una vez en tierra firme. Todas las excursiones que se ofrecen son gratuitas e ilimitadas y, gracias al reducido número de personas que integran los distintos grupos, y a la participación de guías especializados, la aventura de explorar los rincones más bellos y singulares de los distintos puertos de escala se convierte en una experiencia íntima y enriquecedora. ¿Listos para zarpar?
Una nueva leyenda de los siete mares
Desde el pasado 18 de noviembre, la compañía estadounidense cuenta con una nueva joya en su flota: el Seven Seas Grandeur, un espectacular navío de lujo que se suma a sus cinco hermanos para ofrecer una experiencia inigualable a los viajeros que buscan recorrer el mundo a bordo de las embarcaciones más refinadas y exclusivas.
Con capacidad para un máximo de 746 huéspedes y suites de 15 categorías diferentes –entre ellas la más grande del mundo, la Suite Regent, de 412 m2–, donde cada detalle se ha cuidado al máximo para crear una obra de arte: materiales, muebles, textiles… De hecho, el Grandeur, al igual que sus gemelos Explorer y Splendor, es también un auténtico museo sobre las aguas, pues alberga más de 1.600 obras entre pinturas, esculturas y fotografías, incluyendo creaciones de Picasso, Chagall o Miró, además de una joya increíble: un huevo de Fabergé inspirado en el legendario Winter Egg y que puede presumir de ser el único que se encuentra en el mar de forma permanente.
La gastronomía es otro de los pilares de la experiencia a bordo, con el restaurante principal, el Compass Rose, como buque insignia, acompañado por otros espacios culinarios –Chartreuse, La Veranda, Prime 7…–, en los que cada plato es una delicia, y donde cada día está lleno de sorpresas, pues los huéspedes pueden recibir también auténticas masterclass con los chefs más reputados.
Con todo listo para la aventura, el viaje inaugural del Grandeur llevará a esta nueva maravilla de los mares a recorrer el Caribe para, ya en 2024, cruzar el Atlántico y lucir su hermosa silueta por las aguas del Mare Nostrum.