Fata Morgana, el fenómeno que hace ver barcos voladores

Presenciar un espejismo es mucho más sencillo y común de lo que nos cuentan en las películas. No es necesario estar a punto de morir de sed en mitad de un desierto para ver agua donde no la hay. De hecho, hay un tipo de ilusión óptica que se da también en lugares muy diferentes a los desiertos: el mar. Este efecto óptico que consiste en ver objetos literalmente sobre la línea del horizonte que parecen flotar es conocido como Fata Morgana.

Morgana: ¿sirena, hada o bruja?

Esta designación proviene de la literatura medieval, en la que Morgana era la hermana del rey Arturo (procedentes de Tintagel) y discípula -y más tarde rival- del mago Merlín. Algunos defienden que era una sirena (su nombre procedería de 'mori-gena', que significa 'nacida del mar'), mientras que otros aseguran que era una bruja o un hada. A veces es representada como la antagonista de su hermano y enemiga de Ginebra (esposa del rey Arturo) que desea el poder que la espada Excalibur otorga al rey.

La leyenda contaba que logró robársela y se la entregó a su marido sir Accolon para que lo matara, pero el destino se puso en su contra y el que acaba falleciendo es su amado. Ella, completamente fuera de sí, recupera la espada y la arroja al mar. De esa relación con el mar y del primer avistamiento de un barco volador en 1818 proviene la denominación de Fata Morgana ('Hada Morgana'). Más de dos siglos después, sigue habiendo quien asegura avistar castillos en el aire, ciudades fantasma, islas inexistentes o montañas difuminadas.

¿Por qué sucede este espejismo?

Aunque actualmente es difícil creer que este tipo de imágenes sean ciertas, ya que es muy sencillo modificar una fotografía a golpe de clic, lo cierto es que son completamente reales. Son espejismos que se originan en zonas donde coinciden capas de aire cálidas -de la tierra- y más frías -del mar-. Cuando la luz impacta sobre ese área intermedia, proyecta imágenes desde diferentes ángulos. Los científicos explican que el ser humano da por hecho que la luz viaja en línea recta, por lo que cuando se curva, nuestro cerebro cree que lo que está viendo es irreal.

Las imágenes que se crean son tan reales que algunos llegan a creer que son espectros de un universo paralelo o de algo que un día fue y con el tiempo desapareció. Los marineros se volvían locos cuando observaban a lo lejos un iceberg, islas u otros barcos que parecían volar. Ellos creían que podrían ser piratas fantasma o sirenas que pretendían arrastrarles con ellas a una muerte asegurada, igual que la versión sirena de Morgana. Por muy lejos que parezca estar aquella época en la que todo se explicaba con fantasía, todavía hay gente que prefiere explicar estos fenómenos así, con magia, aunque se conozca el origen a ciencia cierta.