Tintagel, el puente de la tierra del rey Arturo

Los amantes de la ingeniería civil tienen en el puente de la aldea de Tintagel una parada obligatoria, ya que dicho puente podría entrar en el Top 3 de puentes más bonitos del mundo sin dudarlo y nada tiene que envidiar a los puentes chinos.

Una pasarela de acero, pavimento de pizarra local y pasamanos de madera de roble se yergue sobre acantilados de vértigo que nos transportan directamente a la leyenda del rey Arturo gracias a sus dos voladizos independientes de 30 metros de largo.

Castillo de Tintagel

El viajero que llegue hasta esta pequeña aldea situada al norte de la costa atlántica de Cornualles descubrirá que apenas quedan en lo alto de un promontorio rocoso algunos vestigios del castillo de Tintagel. Dicha edificación fue mandada construir por el conde de Cornualles y hermano menor del rey Enrique III, aunque la familia real nunca llegó a utilizarlo como residencia.

Con el paso del tiempo, el castillo fue abandonado y la pasarela que conectaba el continente con la isla desapareció entre los siglos XIV y XVII. La zona, el castillo y la leyenda cayeron en el olvido hasta el año 2015, cuando la organización patrimonial English Heritage creó un concurso para la reconstrucción del puente.

Un nuevo puente

El equipo de Ney & Partners y William Matthews Associates ganó y hace un lustro se inauguraba este puente a casi 60 metros de altitud, lo que ha permitido a locales y viajeros visitar el patrimonio medieval sin necesidad de subir los más de 300 escalones que daban acceso al castillo.

Por su localización y su forma de acceso, este escenario podría recordar al viajero a los espectaculares paisajes de San Juan de Gaztelugatxe, en la localidad vizcaína de Bermeo, pero la realidad es que gracias a este nuevo puente de Tinagel, llegar hasta esta joya es mucho más fácil.

La construcción de este puente supuso todo un reto para los vencedores del concurso, puesto que su situación en lo alto de los acantilados, los fuertes vientos que arrecian en la zona y la obligatoriedad de preservar el patrimonio existente eran escollos difíciles de solventar.

Hoy en día, la pequeña aldea de Tinagel se ha convertido en un lugar de peregrinación para todos aquellos viajeros amantes de la leyenda del rey Arturo, así como de los paisajes naturales más espectaculares.

Y, como recomendación, si te estás planteando ir a descubrir el espectacular puente de Tintagel, no te olvides de llevarte un buen cortaviento, ya que, al atravesar el puente, notarás el frío aire del mar Céltico. Ah, y si tienes vértigo, te recomendamos que te olvides de cruzar el que muchos califican como uno de los puentes más bonitos del mundo, situado en la tierra del rey Arturo.