La estación de metro de Tokio que es una oda a Hello Kitty

La imagen de una gata blanca, sin boca y con un gran lazo entre sus orejas se ha convertido en un icono de la cultura popular casi desde su creación hace ya medio siglo. Su historia se remonta al año 1974 en Japón, de la mano de la artista Yuko Shimizu. Poco tiempo después se inventó una vida para Hello Kitty -Kitty White-, que vivía en Londres con sus padres y su hermana gemela Mimi.

Sin una gran complicación en el diseño -lo que más llamaba la atención es su falta de boca que se justificó diciendo que era para que se pudiera imprimir la emoción que cada uno quisiera-, la gatita pronto amplió su fama a todo el mundo. Ese aspecto 'kawai' o adorable encontró forofos en todas las edades. De hecho, con el tiempo también se buscó aumentar el nicho a personas adultas, creando líneas de maquillaje, joyas, adornos, ropa...

Hello Kitty por todas partes

Pero el crecimiento más importante se dio en el año 2008, cuando se dio una vuelta a la imagen y pasó a aparecer en lugares más extraños como cafeterías, aviones -EVA Air tiene una flota temática-, un parque de atracciones, el Sanrio Puroland o incluso en el alcantarillado japonés. De esta manera, se ha tornado en la franquicia más rentable del mundo, solo por detrás de Pokémon y superando su valor en 84.000 millones de dólares estadounidenses.

Eso de encontrarse con Hello Kitty en cualquier lugar es algo bastante común en Japón y algo que no paran de buscar los fanáticos de estos dibujos. Aunque poco a poco también lo es en cualquier lugar del mundo. En Tokio hay una estación de metro decorada con Hello Kitty y otros personajes de Sanrio como Pom Pom Purin, Little Twin Stars o My Melody. Es precisamente en la que hay que bajarse para llegar a Sanrio Puroland, la estación de Tama Center.

La gatita y sus amigos en el metro de Tokio

En el andén de la línea Keio, en todos los carteles aparece el adorable personaje, incluso en los relojes. Y cuando no se ve a la gata al completo, son los característicos lazos los que destacan en salas de espera y máquinas expendedoras. El color rosa protagoniza cada rincón. Un gran ejemplo de ello es el ascensor, completamente rosa y con dibujos de Hello Kitty y sus amigos estampados en las paredes transparentes.

El tablón donde se sucede la información de los horarios de llegada y salida de los trenes, lo flanquean Hello Kitty a un lado y Pom Pom Purin al otro. Cada una de las columnas del interior están decoradas, pero lo más llamativo es la vidriera del techo a la entrada de la estación. El personaje Cinnamonroll es el centro de la línea Odakyu, donde los colores que destacan son el azul y el blanco. Del mismo modo que en Tama Center, cada rincón está dedicado al querido muñeco.

Además, si el visitante no está familiarizado con la temática Hello Kitty no hay problema, porque en las máquinas expendedoras de billetes hay carteles en los que se explica brevemente la historia de cada uno de los personajes. Estas estaciones de metro muestran el amor incondicional que profesa Japón a sus ídolos ficticios, ya que esta curiosa gatita no es la única. Mario Bros, Pokémon o Shin Chan también suelen aparecer en los lugares más inimaginables a lo largo y ancho del país. Y es que gran parte de los dibujos animados -animes en Japón- no están dedicados exclusivamente a los niños, por lo que da igual la edad, el fanatismo se extiende por todos los japoneses.