Esto es lo que no deberías comer nunca en un avión, según una azafata
Es muy cómodo pedir esto en el avión... pero puede ser peligroso para tu salud (o para la de tus hijos).
Viajar en avión tiene su encanto: las vistas desde la ventana, la emoción del destino... pero como todo, también tiene un lado oscuro, sobre todo cuando hablamos de la comida y bebida a bordo. Si alguna vez has sentido que ese café o té no sabe igual que en tierra firme, no es solo tu imaginación. Una azafata con años de experiencia revela algunos secretos que podrían hacerte reconsiderar lo que consumes durante el vuelo, especialmente si viajas con niños: a continuación te contamos por qué.
Uno de los mayores errores que cometen muchos pasajeros es suponer que el agua servida a bordo es tan limpia y segura como la embotellada. Poca gente sabe que el agua que sale de los grifos del avión o que se usa para preparar bebidas calientes proviene de tanques internos que no se limpian con la frecuencia que deberían. Y esto no es solo un rumor. Según las azafatas, esos recipientes suelen ser un caldo de cultivo para bacterias si no se desinfectan adecuadamente, lo que ocurre con más frecuencia de lo que pensamos.
Muchos viajeros saben que no es bueno beber agua del grifo, pero… ¿Qué hay de malo en pedir un té o un café en el avión? Pues resulta que las máquinas que preparan estas bebidas también están conectadas al mismo sistema de agua no embotellada. La máquina que te prepara el té de manzanilla o el café negro no se limpia a fondo entre vuelos y se sigue utilizando el agua del tanque. Esto significa que, aunque el agua se caliente, no siempre alcanza temperaturas lo suficientemente altas como para matar todas las bacterias que podrían estar presentes.
Si eres de los que prefieren evitar problemas estomacales en pleno vuelo, el consejo es claro: no consumas bebidas calientes hechas con agua del avión. Siempre que puedas, opta por agua embotellada. Lo mismo aplica para preparar cualquier otra cosa que necesite agua, como una sopa instantánea.
Puede ser peligroso para los bebés
Este consejo es especialmente crucial para las familias con niños pequeños, ya que a menudo, los padres piden agua caliente para mezclarla con la leche en polvo o preparar papillas, confiando en que el agua que sirve la tripulación es apta para sus hijos. Lamentablemente, según las mismas azafatas, el agua para los biberones también viene del tanque no embotellado, lo que podría poner en riesgo la salud de los más pequeños. La solución: siempre pide agua embotellada y, si necesitas calentarla, lleva contigo una botella térmica.
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