5 consejos si viajas con bebés en avión que te harán ahorrar mucho espacio

Si eres una trotamundos, tienes un bebé y estás planeando vuestro primer viaje juntos, seguramente estés hecha un mar de dudas con las cosas que resultan indispensables para esta escapada. Pañales, productos cosméticos, comida si no toma lactancia materna y un sinfín de ‘pequeñas cosas’ que hacen que para un fin de semana vayas cargada como si te fueras a mudar de casa.

Si viajas, la máxima de' menos es más' suele venir fenomenal para no pagar un extra de sobrepeso con el equipaje y si vas con bebés, agradecerás enormemente no ir cargada como un sherpa por muchas ruedas que tengan las maletas.

En revista VIAJAR hoy os ofrecemos 5 consejos que toda madre debería tener en cuenta a la hora de viajar con un bebé y no morir en el intento, ya que, un primer viaje con tu hijo es algo que seguramente no olvidarás en la vida, pero que puede llegar a generarte muchísimo estrés.

Gadgets fuera

Lo bueno de viajar en avión con un bebé es que se suelen dejar en casa algunos bártulos que, directamente, no caben en una maleta. Por ejemplo, bañera plegable, trona portátil, esterilizador de biberones… El problema viene cuando se viaja en coche, porque se empiezan a meter cosas en el maletero que realmente no son necesarias.

El primer consejo es este: evita todas las cosas que ocupen mucho espacio y no sean estrictamente necesarias. Un cubo o un bidé pueden hacer la función de bañera de bebé perfectamente y te ahorrarás un montón de espacio. Lo mismo pasa con el esterilizador de biberones, ya que siempre se puede recurrir a la esterilización de forma tradicional. La trona plegable (por muy poco que ocupe) también se puede quedar en casa, ya que a día de hoy la mayoría de alojamientos y restaurantes cuentan con tronas para niños y bebés.

A tope de entretenimiento

Para cualquier viaje con un bebé hay que intentar que pase el trayecto entretenido o durmiendo si es que le toca descansar. Cuando son más mayores existen packs que incluyen todo lo necesario para realizar manualidades durante un buen rato, pero, en el caso de los bebés resulta un poco más complicado.

Algún libro con texturas, un sonajero o algunos juguetes de pequeño tamaño son siempre bienvenidos, ya que si el bebé empieza a estar irritable o aburrido pueden tranquilizarlo un poco. Y, si toma pecho, aunque no sea su hora, es el mejor calmante que existe cuando un bebé está nervioso. Si viajas en avión, es importante que le pongas al pecho en el despegue y el aterrizaje para que no le afecte el cambio de presión.

Haciendo la maleta

Ya hemos decidido dejar en casa los aparatos más grandes, pero echamos un paquete de pañales entero… A no ser que viajes al fin del mundo, no es necesario cargar con semejante bulto. Puedes llevar los imprescindibles que vayas a necesitar hasta llegar a destino y alguno extra por si hay algún contratiempo.

Con la ropa pasa lo mismo. Los bebés se manchan todo el rato y conviene llevar ropa de sobra, pero no nos volvamos locas y empecemos con los ‘por si acasos’. Son bebés y no van a ir a un desfile de alta costura. Queremos que estén cómodos y limpitos. Y si se tiene que lavar un body o un pijamita, se lava y no hay mayor problema.

Neceser de viaje

Una de las cosas que más suele ocupar es el neceser de los bebés. Por su tamaño, en muchas ocasiones, podríamos pensar que se trata de un maletín profesional con todo lo necesario para preparar a alguien para la gala de los Oscar y hemos de deciros que tamòco es necesario.

Si viajas en avión, todavía hay que facturar los líquidos de más de 100 mililitros y eso hace que muchas mamis metan los productos de aseo de sus bebés en la maleta en su formato original. ¿De verdad hay que llevar un gel de 500 mililitros para un fin de semana o un puente largo? La mejor solución para esto es comprar algún neceser que cuente con lo indispensable para el aseo del bebé en formato minitalla. Otra opción es comprar un neceser con botes vacíos y rellenarlo con los productos necesarios. Así, además, no vas a tener que facturarlo.

Comida para bebés

Si un bebé toma lactancia materna exclusiva, este asunto está solucionado, ya que la mami lleva el supermercado encima. Y si toma leche de fórmula nos tocará coger biberones, leche, el medidor y, quizá, un termo. En una pequeña bolsa debería caber todo. Y debes saber que en los controles de los aeropuertos, la comida de los bebés es la única que puede pasar el control de seguridad sin problemas.

Si tu hijo ya ha empezado con la alimentación complementaria y vas a estar fuera un par de días… ten en cuenta que no va a pasar nada porque no le hagas los purés o las papillas de frutas caseras. Hay potitos de buena calidad o, por qué no, se puede empezar a probar el BLW. Un trocito de calabacín de un buffet, una patata cocida o cualquier alimento fácil de masticar sin dientes y que no pueda causar ningún atragantamiento.

Y, una última cosa, viajar con niños puede ser estresante, pero trae aparejadas otras ventajas, como tener un acceso especial en el control del aeropuerto o ser de los primeros en embarcar. En definitiva, sabemos que es difícil viajar con un bebé pero conviene estar tranquilo y disfrutar de esta experiencia, ya que será algo que recordarás toda la vida.