Conociendo otros Madrid: recorremos otras ciudades que se llaman como la capital de España

Por mucho que los madrileños crean que son únicos en el mundo, lo cierto es que la capital de España da nombre a otras 34 ciudades: en Canadá, Chile, República Dominicana, Guinea Ecuatorial, México, Puerto Rico, Suecia, dos en Filipinas, cinco en Colombia, nueve en Sudáfrica y once en Estados Unidos. Estas son cuatro de las más curiosas:

En la isla de Mindanao (Surigao del Sur) emerge una pequeña localidad costera de unos 15.000 habitantes. Por fin Madrid tiene playa. Aunque antes de 1901 tenía otro nombre, a partir de esa época, el párroco de la iglesia católica que tanto se expandió en la zona propuso renombrarla en honor a la capital española. A finales del siglo XIX el catolicismo empezó a sobreponerse al espiritismo bajo el que vivían anteriormente. Lejos no solo en distancia sino también en seguridad, es la isla más peligrosa de Filipinas; Mindanao se encuentra sumida en una lucha de culturas y religiones actualmente.

En lo más profundo de Escandinavia, hay una pequeña aldea de menos de 200 habitantes que se esconde entre los frondosos bosques suecos. En nada recuerda a la urbe española y tampoco se sabe exactamente por qué adquirió este nombre. Sus habitantes conviven a distancias prudenciales, pues las casas están bastante alejadas unas de otras, y está en mitad de la naturaleza, por lo que no podría ser porque el lugar recuerda al de España. Se cree que hubo un visitante o habitante madrileño que bautizó a esta pequeña aldea que probablemente no tenía nombre y así ha quedado desde entonces.

Es considerada una de las poblaciones más seguras de Estados Unidos. De ámbito rural, rodeada de campos de maíz y granjas, este Madrid angloparlante es muy diferente al español. Su mayor reclamo es un gran puente de hierro de una estructura un tanto matemática que se ilumina en ocasiones especiales y durante la noche. En sus orígenes, hacia 1846, sus fundadores suecos la bautizaron como Swede Point y su economía se basaba en la hulla, la ganadería y la minería. Unos años más tarde, en 1882, fue rebautizado como actualmente se le conoce, debido a una gran cantidad de migrantes italianos que trabajaban en las minas.

La decisión de llamar así a esta ciudad de Uzbekistán sí que se conoce a la perfección. Es una de las regiones habitadas más antiguas de la humanidad y el nombre de Madrid es un homenaje a Ruy González de Clavijo, el primer embajador europeo que, además, logró una relación estable con el emperador turco-mongol. El rey Enrique III le envió allá por el siglo XV para formalizar una alianza con el Tamerlán. Después de dos meses de relaciones estrechas, el emperador le agradeció sus actos bautizando así a una de las ciudades más próximas a su capital, Samarcanda. Hoy da nombre a un barrio de esta misma ciudad.