Los americanos lo tienen claro: esta es la comida española que detestan

Un listado con algunos platos de la gastronomía española que detestan los americanos.

Cocina española

Comida española

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España es un referente turístico a nivel mundial, y no solo por nuestros impresionantes monumentos, nuestro cultura o nuestras kilométricas playas. La gastronomía española es también un referente a nivel mundial, y como la comida típica de cada país, algunos platos pueden resultar chocantes para ciertos extranjeros que la prueban. Aunque por lo general la gastronomía española suele recibir todo tipo de halagos, hay platos que no logran conquistar todos los paladares. De hecho, los americanos tienen claro cuál es la comida española que detestan.

A continuación os presentamos un listado con algunos de nuestro platos autóctonos que no han conseguido conquistar a todos los visitantes americanos. Lo que para nosotros pueden ser platos del día a día que comemos a menudo, como el jamón, la paella o la tortilla de patatas, a otros les resulta chocante. Estos son los platos de la comida española que detestan los americanos.

Callos

Los callos son un plato tradicional de la cocia española que se elaboran con tripas de ternera cocinadas a fuego lento en una salsa espesa bien condimentada. Aquí los apreciamos por su textura gelatinosa y su intenso sabor, pero a los americanos esto no les convence. Da igual que los tomen en forma de tapa, como plato principal, que los acompañen de pan o estén aderezados con morcilla o chorizo; los callos no consiguen conquistar los paladares americanos. No están claros los motivos, pero este es sin duda un plato que no triunfa entre ellos.

Plato de callos

Plato de callos

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Percebes

Los percebes son otro manjar de la cocina española, en este caso provenientes del fondo del mar. Estos crustáceos tienen una forma peculiar y viven adheridos a las rocas batidas del mar. Se caracterizan por tener un sabor salado, con una textura carnosa y jugosa. Se suelen cocinar cocidos al vapor y se consumen directamente de la cáscara. Aunque es un plato muy destacado, especialmente en la gastronomía gallega, tampoco consigue estar entre los favoritos de nuestros visitantes americanos.

Plato de percebes

Plato de percebes

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Orejas de cerdo

Las orejas de cerdo son otro clásico de la cocina tradicional española. Estas se limpian, se hierven y luego se cocinan a fuego lento para que queden tiernas. Su textura crujiente y gelatonisa aporta un sabor muy distintivo, que por desgracia no termina de agradar a los americanos. Aunque se sazonen con especias y se sirvan como tapa o como plato principal da igual, parece que este no es un plato hecho para ellos.

Plato de oreja de cerdo

Plato de oreja de cerdo

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Caracoles

Los caracoles son otro alimento típico de la gastronomía española, especialmente en la mediterránea. Estos moluscos terrestres se cocinan de diferentes formas, generalmente con hierbas y especias, y se sirven con una sabrosa salsa. Su textura única y su sabor suave absorbe por completo los aromas de las especias con las que se cocina, otorgándole un sabor único. Sin embargo, a pesar de sus múltiples formas de cocinado, los caracoles no son el fuerte de los americanos, pues es un plato de nuestras cartas que tienden a ignorar.

Plato de caracoles

Plato de caracoles

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Criadillas

El plato de criadillas es quizás el más peculiar de la lista. Se elabora con testículos de toro, cordero o cerdo. Estas partes se limpian, cocinan y sazonan con diferentes especias y condimentos. Las criadillas tienen una textura tierna, con un sabor suave y delicado en el paladar. Aunque es un plato muy valorado por los expertos gastronómicos, no resulta del todo agradable para los gustos de los americanos, que ven este plato como algo extraño por el curioso origen de la materia prima.

Plato de criadillas

Plato de criadillas

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Por tanto, aunque es evidente que la gastronomía española cuenta con una gran variedad de platos deliciosos y apreciados en todo el mundo, hay que reconocer que los gustos y preferencias de cada país pueden diferir con los nuestros propios. Esto no quiere decir que los platos aquí mencionados sean, ni muchos menos, malos platos; únicamente son platos de la cocina española que detestan los americanos. Tan solo se trata de gustos particulares. Por suerte, la cocina española es tan amplia que siempre es posible encontrar un delicioso plato para cada paladar.

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