La ciudad más subestimada de España según el periódico británico 'The Telegraph'

España es mucho más que sol y playa.

El río Ebro es la arteria principal de Logroño
El río Ebro es la arteria principal de Logroño / Istock / JackF

En el tapiz geográfico de España, donde las ciudades emergen con historias distintivas, Logroño es una joya inexplorada, una pequeña capital que se alza entre viñedos y callejones empedrados, relegada a menudo a las sombras de sus vecinas más notables. No obstante, 'The Telegraph' ha colocado a esta ciudad bajo los focos, desvelando su esencia singular y subrayando la certeza de que Logroño es mucho más que una etiqueta en el mapa.

En la paleta cromática de La Rioja, Logroño destaca por la fusión de tradición y modernidad. Las calles adoquinadas, testigos del paso del tiempo, se entrelazan con arquitectura contemporánea, creando una sinfonía visual que desafía las expectativas. 'The Telegraph' ha identificado esta dualidad estética como uno de los tesoros más subestimados de Logroño, una ciudad que, sin alardes, logra fusionar su legado histórico con la frescura del presente.

La catedral de Santa María la Redonda

La catedral de Santa María la Redonda

/ Istock / MarioGuti

Plaza del mercado y catedral

El epicentro de esta pequeña capital late en su plaza principal, un corazón donde convergen la vida local y el pulso turístico. A la sombra de la Catedral de Santa María de la Redonda, la Plaza del Mercado emerge como un escenario donde los cafés y bodegas dibujan una escenografía de encuentros y charlas. 'The Telegraph' destaca este rincón como el epicentro del buen vivir, donde los lugareños y visitantes se entrelazan en un baile de conversaciones y experiencias.

El buen comer

La gastronomía, otra joya que Logroño exhibe con modestia, es un capítulo aparte en esta narrativa. La Rioja, conocida por sus vinos robustos, se convierte en anfitriona de paladares inquisitivos. 'The Telegraph' no pasa por alto la relevancia de la oferta culinaria de Logroño, donde las tapas se erigen como embajadoras de una tradición que invita a degustar la riqueza de la región en bocados compartidos. La ciudad, desde la penumbra de sus rincones gastronómicos, ofrece una experiencia que eleva el acto de comer a un arte de deleite.

Logroño, tierra de buen vino

Logroño, tierra de buen vino

/ Istock / AlbertoLoyo

En el trasfondo de las viñas que abrazan la ciudad, Logroño se presenta como una puerta de entrada a La Rioja, una región vinícola que, según 'The Telegraph', encuentra en la ciudad su anfitriona más encantadora. Los viñedos se extienden como un manto verde que abraza la urbe, y las bodegas, acogedoras y tradicionales, ofrecen una degustación de la esencia líquida que ha dado renombre a la región. Logroño, con humildad, invita a sumergirse en un viaje sensorial a través de sus viñedos, donde el vino se convierte en un testamento de la tierra que lo nutre.

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