La cervecería de Gante que te obliga a dejar un zapato como depósito

Hace unos años, empezaron a percibir que faltaban vasos, así que decidieron poner un precio a robar sus particulares copas de cerveza.

En pleno Gante, la cervecería cuenta con 350 tipos de cerveza
En pleno Gante, la cervecería cuenta con 350 tipos de cerveza / Dulle Griet

Cinco siglos atrás, los monasterios y abadías belgas ya fabricaban cerveza para autoabastecer a sus monjes (de ahí las cervezas de abadía y trapenses). Más tarde, la ley de la pureza alemana permitió a los maestros cerveceros ser más creativos, hasta llegar a albergar entre sus fronteras más de 1.500 tipos de oro líquido. A causa de esta larga historia, Bélgica se ha convertido en un destino cervecero de los más populares de Europa.

Una cata de cervezas a los pies de un canal belga

Una cata de cervezas a los pies de un canal belga

/ Istock / Defne Serbetci

Allí, los conocidos como bares o tabernas en España se llaman 'cafés'. La mayoría ofrece una extensísima carta de cervezas de todo tipo de sabores y graduación alcohólica que se sirven en la misma copa de la marca que pidas. Esto llama la atención de los viajeros hasta el punto de que las copas desaparecen para adornar pisos de estudiantes -y adultos- de todos los lugares del mundo. En Gante, la ciudad rebelde, hay un café que ha tomado una medida ejemplar contra esta práctica: obligar a los clientes a dejar un zapato como depósito. Pero solo si pides una determinada variedad.

El interior de la cervecería

El interior de la cervecería

/ Dulle Griet

Un vaso de más de un litro

Se llama Dulle Griet, está ubicado en Vrijdagmarkt y ofrece más de 500 tipos de cerveza (también sin gluten). El zapato que te quitas lo colocan en una especie de jaula medieval que queda colgada del techo y se devuelve al tiempo que el consumidor devuelve la jarra, vaso o copa en el que ha bebido y paga. Aun así, sigue habiendo visitantes que prefieren marcharse sin zapato. La cerveza que hay que pedir para que se lleve a cabo esta práctica es la Kwak Max de 1,2 litros, que se sirve en un vaso con una curiosa forma de reloj de arena.

Se ha convertido en la cervecería más famosa de Gante y una parada obligada para esos viajeros que vayan buscando catar las populares cervezas belgas. Además, qué mejor que hacerlo en una ciudad en la que beber cerveza era una obligación durante la ocupación vikinga, cuando no existía el drenaje y los habitantes arrojaban de todo a los canales, que era de donde salía el agua. Por entonces, la opción más sana era beber cerveza, así que si para ellos era la mejor elección, ¿por qué no para nosotros?

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