La aldea abandonada de Asturias que se ha convertido en un destino turístico

El año pasado, Asturias consiguió un nuevo récord de turismo con 2,7 millones de visitantes, un 13,7% más que en el 2022. Esto es un hito para la industria hotelera asturiana, que se posiciona como una de las más prometedoras en sus proyecciones. Y no es de extrañar: el turismo rural está de moda y ha llegado para quedarse. Cada vez son más los que miran hacia el interior de España en busca de un destino vacacional.

El contraste surge al comparar estos datos con la despoblación de las zonas rurales; un aumento constante y, por el momento, imparable de pueblos que están en peligro de extinción. El Centro de Políticas Económicas Esade advirtió que, de 1996 hasta 2020, las poblaciones rurales asturianas descendieron un 26,9% su población, lo que pone a docenas de municipios en una situación peligrosa. 

Mientras las políticas del Ministerio del Reto Demográfico intentan achacar el problema, algunos municipios han tomado cartas en el asunto, aprovechando su encanto rural para que turistas de todas partes del país, acudan atraídos por la belleza y quietud que solo estos parajes pueden ofrecer. As Veigas, en Asturias, es uno de esos lugares.

Una medida contra la despoblación

Sin duda, esta es una operación delicada. Por una parte se pretende llamar la atención sobre el pueblo y suplir la falta de actividad con visitantes que puedan revitalizar los comercios locales y la vivacidad del lugar. Pero, por otra parte, este tipo de medidas pueden suponer la interferencia con el ritmo de vida campestre.

Esta cuestión se ha resuelto en As Veigas, un pequeño núcleo poblacional a una hora y cuatro desde Oviedo, que contaba solo con 52 habitantes en el año 2022. La villa se encuentra en una ubicación inmejorable, formando parte del concejo de Taramundi, una de las zonas más auténticas de Asturias, con gastronomía y parajes difícilmente superables.

Por si fuera poco, el encanto de As Veigas no necesita comparación. Sus casas maroñas, con sus muros de piedra característicos, se funden en la verde inmensidad de los bosques asturianos de la Reserva de la Biosfera de Oscos, Eo y Terras de Burón.  

El encanto único de As Veigas

Para acceder al lugar habrá que pasar por un puente, donde un cartel reza: “el puente aguanta”. Con esta certeza accedes al lugar y lo primero que se recomienda es dar un paseo por sus calles empedradas, sintiendo la latencia única que solo se puede sentir en estos parajes.

En total, son tres los alojamientos disponibles, entre los que se encuentran la Casa de Pinos, Casa del Cura y Casa Corte das Cabras, ideal para un ambiente más privado, ya que cuenta con 2 plazas. La Casa del Cura también cuenta con una característica especial, ya que en su interior alberga una taberna donde degustar la más auténtica sidra asturiana.