Descubre el encanto de Asturias: de la sierra a la costa

Ese buen humor de los días largos, de la luz, del aire y de todos los tópicos, por fortuna ciertos, que conlleva la primavera. Ningún lugar mejor para constatarlo que Asturias, un paraíso que cada vez está más cerca. 

Santa Cristina de Lena
Santa Cristina de Lena / D. R.

El propio viaje en ferrocarril se convierte en un descanso cualquier escapada de primavera: un trayecto cómodo, sostenible, rápido, atravesando cordilleras con un paisaje que anticipa mil planes. 

 El litoral asturiano, que en estos meses resplandece, es además la costa mejor preservada de España: playas para el primer baño de la temporada, para caminar descalzo, para sentarte en la terraza de un chigre y comer lo mejor del Cantábrico con unas vistas que humillan cualquier pantalla electrónica. La mesa es uno de los placeres que hacen que nunca quieras marchar de Asturias, máxime durante este 2024, en el que Oviedo/Uviéu es la Capital Española de la Gastronomía, con decenas de actividades alrededor del buen yantar. ¿No te apetece escanciar sidra bajo el sol de primavera, esa sidra que va camino de ser Patrimonio de la Humanidad?

La naturaleza se despereza

Los vuelos nacionales te acercan desde Valencia, Alicante, Baleares, Murcia, Barcelona, Granada, Málaga, Canarias… Ahora, los trenes Avril de alta velocidad también acercan el senderismo por montañas que superan los 2.500 metros de altitud, alejándote del estrés del asfalto en una época en la que el sol convive con las últimas nieves en cumbre. 

Caminar, ascender o dejarse llevar por un bosque virgen, eso que congregan los 65 Espacios Naturales Protegidos y siete Reservas de la Biosfera del Principado. Los osos terminan la hibernación y asoman con sus oseznos. Los quebrantahuesos se adueñan de los cielos despejados. Los ríos reciben a los salmones. Hasta los dinosaurios del Museo del Jurásico de Colunga parecen más vivos cuando llega la primavera a estas tierras de bellezas recónditas.

Puerto de Vega Original

Puerto de Vega Original

/ D. R.

Aventuras naturales

Los acantilados orientales, de Pimiango a Tazones, despejan a la vista su sublime paisaje kárstico que juega con formaciones de arenisca según avanzamos al oeste. El litoral occidental regala playas agrestes para pasear con ánimo panorámico. Es primavera, la estación más prometedora del año. Las carreteras y caminos invitan a coger la bicicleta y bombear el corazón, a subir La Farrapona o L’Angliru, o a encarar una ruta sencilla y florecida con tus hijos, pedaleando con la cabeza en calma. O a animaros a un descenso en canoa, quizá a un curso inicial de surf, a explorar las entrañas de la Tierra poniéndote el casco de minero, a descubrir sabores de quesos madurados en cuevas de Picos de Europa, a perderse entre los manzanos en flor que anticipan la cosecha que acabará transformada en sidra, a recorrer senderos y bosques envueltos en leyenda en los Oscos y en Fuentes del Narcea… Reunir en una sola comunidad autónoma tantos paisajes multiplica las posibilidades para recuperar el aliento que a menudo nos roban las rutinas y trabajos. 

La naturaleza condensa en Asturias un sinfín de paisajes y opciones para explorarlos

Escapadas urbanas

Después del deporte, un paseo urbano, mirando las ciudades también con otros ojos. Recorrer el mayor edificio de España, Laboral Ciudad de la Cultura, en Gijón/Xixón, con su arquitectura monumental, su espectacular teatro, en cuya versátil programación cultural siempre encuentras algo interesante.

Puente a la ciudad de Avilés.

Puente a la ciudad de Avilés.

/ Shutterstock

De ahí puedes moverte, en autobús, tren de cercanías o en coche, hasta Avilés, a su bullicioso y hermoso casco histórico, cuyo empedrado y columnas contrasta con la futurista estampa del Centro Niemeyer, otro de los focos culturales de la comunidad. 

Un nuevo AVE y conexiones con 16 aeropuertos de España te acercan a Asturias

Y en Oviedo/Uviéu, el arte prerrománico, el Museo de Bellas Artes de Asturias, el Museo Arqueológico, La Ruta de los Vinos, la calle Uría para ir de compras.

La primavera, en definitiva, transforma Asturias en una tentación que a su vez se vuelve casi irrenunciable al disponer de trenes de alta velocidad que la sitúan a un tiro de piedra. Esa misma piedra que en un pispás puedes estar lanzando al mar, recogiendo de un sendero o sirviendo de base para una pieza de carne autóctona borboteando de aromas. Lo tienes todo a menos tiempo del que creías

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