El truco de la palanca en el avión: apréndetelo para tu próximo vuelo
Si eres de los que reclinan el asiento en el avión… o de los que sufren a pasajeros que lo echan para atrás en cuanto se puede… esto te interesa.
Volar en clase turista puede convertirse en un verdadero infierno si el pasajero de delante reclina su asiento nada más que se apaga la señal de cinturones. La distancia entre asientos se ha ido haciendo cada vez más pequeña y hay líneas de bajo coste en las que una persona alta puede tener serios problemas para colocarse cómodamente, ya que sus rodillas literalmente chocan con el asiento delantero.
Este inconveniente ha llevado a una empresa a crear un artilugio que se coloca en la bandeja delantera del asiento para evitar que el pasajero que viaja delante pueda reclinar el asiento. A priori puede parecer una buena solución, pero ya os decimos que ha causado algún que otro enfrentamiento entre pasajeros.
Problemas con el truco de la palanca
Debemos remontarnos a hace una década, cuando este aparato (que es algo parecido a una palanca) estuvo a punto de provocar un desastre aéreo. En un vuelo de la compañía americana United Airlines que cubría la ruta New Jersey Denver un pasajero usó la palanca y el pasajero de delante, al intentar reclinar el asiento y ver que no podía, montó en cólera. La discusión fue subiendo de intensidad hasta tal punto que las azafatas tuvieron que intervenir sin éxito y, finalmente, el piloto decidió desviar el avión hasta el aeropuerto más cercano para poner a disposición de las autoridades a los viajeros que se estaban peleando.
Al no haber una regulación al respecto, la cosa se empezó a complicar… Por un lado, los portadores de la palanca (que se patentó con el nombre de Knee Defender) argumentaban que la estaban usando en la bandeja de su asiento, mientras que los pasajeros que no podían reclinar sus asientos sentían que se estaban vulnerando sus derechos.
Algunas compañías aéreas, cuando el uso del Knee Defender se empezó a usar de forma habitual, decidieron prohibirlo a bordo. Entre ellas, United Airlines, Qantas, Virgin o JetStar.
Knee defender: el kit
La marca que comercializó el Knee Defender (Gadget Duck) vendía la palanca por unos 20 euros y, junto con las instrucciones de uso (imaginamos que sabiendo que podría generar cierta polémica) traía una nota en la que se indicaba: Sean corteses. No acaparen el espacio. Escuchen a la tripulación de vuelo.
Lo cierto es que hoy en día es difícil adquirir la palanca y el mejor truco que se puede usar pasa por establecer un diálogo con el pasajero del asiento delantero haciéndole ver que su comodidad puede ponernos en peligro, ya que nuestras rodillas chocan con su asiento y, además, si el vuelo es de largo radio, corremos el riesgo de sufrir el síndrome de la clase turista.
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