El desconocido truco con el que los niños pueden ver la cabina de un avión
Visitar la cabina de los pilotos es posible gracias a este truco y una pequeña dosis de suerte.
Para muchos adultos viajar en avión forma parte de su día a día, mientras que, para los más peques de la casa, este medio de transporte suele estar reservado para ocasiones especiales, como vacaciones familiares, viajes de fin de curso o clases de idiomas en el extranjero. Por ello, todavía despierta una gran fascinación entre el público infantil.
Más allá de que los adultos conozcamos cómo conseguir los mejores asientos en el avión o el truco para que nuestras maletas salgan primero en la cinta transportadora de equipajes, también podemos hacer que los niños tengan una experiencia extraordinaria a bordo y, con suerte, puedan entrar en la cabina del piloto cuando el avión se encuentra en pleno vuelo.
¿Está prohibido entrar en la cabina del piloto durante el vuelo?
Hace años, era bastante común que algunos pasajeros solicitaran a los TCP que les dejaran entrar en la cabima del piloto en pleno vuelo, pero todo eso cambió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. A partir de entonces, la mayoría de aerolíneas fijaron unas regulaciones mucho más restrictivas y prohibieron que nadie ajeno a la tripulación tuviera acceso a la cabina.
Han pasado unos cuantos años y aunque la normativa sigue vigente para muchas aerolíneas, otras han flexibilizado sus protocolos y dejan la decisión de tener visita en la cabina en manos del máximo responsable: el comandante o primer piloto de vuelo.
Iberia, por ejemplo, ha hecho alusión en alguna ocasión al protocolo que utiliza y manifiesta lo siguiente: ‘En el ejercicio de sus responsabilidades y potestades, excepcionalmente, el comandante, máxima autoridad de la aeronave, puede autorizar el acceso a cabina de vuelo a aquella persona que pueda considerar, siempre y cuando tenga seguridad sobre su identidad y si la legislación del país del destino o sobrevuelo no lo prohíbe”.
El truco para visitar la cabina del piloto
Si quieres que tu peque visite la cabina del piloto siempre se lo puedes pedir amablemente a la tripulación. Ahora bien, las posibilidades de que haya más niños en el avión y la cabina se acabe convirtiendo en una atracción al más puro estilo de Disneyland Paris es bastante real y, por tanto, esta petición no suele obtener el resultado deseado más allá de una mirada furtiva a la cabina una vez que el avión ha tomado tierra.
Si quieres que las probabilidades de que tu hijo pueda visitar la cabina del avión aumenten, lo mejor es que tengas en cuenta este truco: hacerte con un Loogbok, una especie de pasaporte o cuaderno oficial dónde registrar los vuelos de los niños.
Puedes hacerte con este pasaporte viajero en Kids Go Fly, la empresa de Silvia y Marta, dos emprendedoras (una piloto, la otra, diseñadora) que buscaban un logbook en el que poder plasmar todos los vuelos de sus hijos. No había ninguno en el mercado que las convenciera y decidieron ponerse manos a la obra para diseñar uno. Así nació Kids Go Fly a finales de 2022.
¿Para qué sirve un logbook?
Un logbook sirve para que el piloto rellene los datos del vuelo y lo firme con una dedicatoria personal. Además, se pueden marcar los sitios en los que has estado gracias a unos mapas muy chulos, así como escribir, dibujar o pegar recuerdos especiales de los viajes.
Su uso es muy sencillo. Una vez que el vuelo ya ha alcanzado la altura de crucero y se ha apagado la luz de mantener los cinturones abrochados, puedes llamar a una TCP y pedirle que tu peque le entregue directamente el logbook al comandante. Con suerte, este pasaporte será la llave secreta para visitar la cabina de los pilotos.
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