Hay un país en el que todavía puedes celebrar el Año Nuevo: Songkran, el divertido festival del agua
Un estallido de color, rituales cargados de tradición y una refrescante guerra de agua son el mejor motivo para viajar a Tailandia y vivir esta alegre celebración.
Derivado del sánscrito "sankranti", Songkran significa "movimiento astrológico". Este momento de transformación es idóneo para celebrar un cambio de ciclo físico y espiritual. Un periodo que marca el fin de la temporada seca y el comienzo de las lluvias, imprescindibles para las apreciadas cosechas de arroz en Tailandia. Asimismo, es una ocasión para renovar el espíritu, realizando actos de gratitud y bondad. De esta forma entran los tailandeses en el Nuevo Año, unos meses después de que el resto del mundo haya terminado sus celebraciones.
El festival más importante de Tailandia, probablemente tiene sus orígenes en antiguas tradiciones budistas. Por este motivo es costumbre realizar ofrendas de alimentos y agua en los templos o empapar las imágenes de Buda con agua perfumada para purificar y atraer la prosperidad.
Antiguamente, la fecha del nuevo año tailandés era calculada siguiendo el calendario solar, pero con el tiempo ha pasado a fijarse del 13 al 15 de abril, aunque los festejos abarcan unos días más. ¿Y en qué año entra Tailandia el próximo mes? En 2567. Según el calendario budista, el cómputo empieza con la muerte de Buda. Por el mismo calendario se rigen en Laos, Sri Lanka, Camboya o Myanmar.
Durante estos días, una alegre atmósfera envuelve todos los rincones del país, atrayendo a turistas de todo el mundo. Además, este año es el primero en que el Songkran figura como Patrimonio Intangible de la Humanidad desde que se reconociera como tal en 2023, por lo que se augura una fiesta de mayor alcance.
Los tailandeses viajan hasta sus poblaciones de origen y realizan una serie de rituales para marcar el comienzo de la festividad, como limpiar sus casas o rezar en los templos durante los días que dura el festival. En las reuniones familiares, los más jóvenes presentan sus respetos a los mayores vertiendo agua perfumada sobre sus manos.
Sin duda, el lado más curioso y divertido de la fiesta es la famosa guerra de agua librada en todas las calles de Tailandia. Miles de turistas y locales, de cualquier edad, se entremezclan bajo los litros y litros de agua que se arrojan unos a otros como símbolo de celebración, purificación y rejuvenecimiento. Desde pistolas a grandes cubos o mangueras, cualquier medio es válido para regar esta entretenida festividad en la que nadie está a salvo de un buen remojón. Algunos se animan a mezclar el agua con fragancias florales y tintes naturales para aportar un toque aromático y colorido.
Además de las guerras de agua y de los tradicionales rituales, no faltan eventos musicales y fiestas a lo largo y ancho de todo el país. En Bangkok, las actividades del Songkran se concentran en ciertas zonas, como el distrito Phra Pradaeng, en la vecina provincia de Samut Prakan. Las luchas de agua tienen lugar en las más turísticas Silom y Khao San Road, mientras que los rituales ligados a Buda son más comunes en Sanam Luang, frente al Gran Palacio.
Chiang Mai es otro de los puntos clave en todo recorrido por el país. Si nos encontramos en esta histórica ciudad del norte durante el Festival Songkran, estaremos de suerte, ya que sus festejos son muy elaborados e incluyen gran cantidad de eventos. No debemos perdernos la procesión de Buda, celebrada en Wat Phra Singh, un templo con figuras de oro y cobre e importantes manuscritos y murales. En Chiang Mai tampoco faltan las emocionantes guerras de agua, que se llevan a cabo en Tha Pae Gate y en Nimmanahaeminda Road.