El carnaval más largo del mundo se celebra en Francia y dura ¡77 días!

Limoux, pequeña ciudad del Aude, situada en la región occitana francesa, puede presumir de tener el carnaval más largo del mundo. Con casi tres meses de duración, data del siglo XVI y se celebra de forma habitual desde 1694.

Carnaval de Limoux, Francia

En Limoux conviven máscaras venecianas, trajes de samba y trajes de molineros de Aude creando una amalgama de culturas. 

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Cuando se habla de carnavales es inevitable que la mente nos traslade hastaVenecia, a la Plaza de San Marcos o a Brasil, con ese desfile en el Sambódromo de Río de Janeiro, que es una oda a la música, el baile y la fiesta. Son los más conocidos a nivel internacional, sí, pero el carnaval de Limoux puede presumir de ser el más largo del mundo; de hecho, se ha ganado a pulso el título del Carnaval Eterno.

Molineros enmascarados haciendo de las suyas en el carnaval de Limoux.

Molineros enmascarados haciendo de las suyas en el carnaval de Limoux. 

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Los orígenes de este carnaval, que este año se celebra desde el pasado 15 de enero hasta el próximo 26 de marzo, se remontan a una fiesta que algunos molineros de la zona llevaron a cabo tras pagar los impuestos correspondientes a los monjes locales. Se cuenta que estaban tan contentos por haber saldado su deuda que recorrieron diversos enclaves de la zona bailando, acompañados de música y regalando harina y dulces. De ahí, que los personajes más destacados del carnaval de Limoux sean molineros enmascarados, vestidos de blanco y con un pañuelo rojo al cuello.

77 días de carnaval

En el festival participan alrededor de 30 bandas (allí se conocen como guilds), formadas por gente local, payasos, bailarines enmascarados con trajes tradicionales de Pierrot (elaborados en secreto durante todo el año) y varios músicos. Cada guild representa a un distrito local y programa su salida según el calendario fijado. Cuando llega el momento, desfilan por las calles de Limoux, tocan y cantan canciones tradicionales satíricas (sin nada que envidiar a las chirigotas de Cádiz).

Hasta una treintena de bandas o guilds se dan cita en el Carnaval eterno.

Hasta una treintena de bandas o guilds se dan cita en el Carnaval eterno. 

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En la Place de la Republique tiene lugar el desfile nocturno, de carácter intimista gracias a la luz de las antorchas que llevan los pierrots. Y, para no romper la tradición, hay que brindar con el famoso vino blanco de la ciudad, el “Blanquette de Limoux”, entonando alguna canción en occitano, idioma tradicional del carnaval.

La quema del rey, la noche más especial

Poder disfrutar de los 77 días del carnaval de Limoux es un privilegio al alcance de muy pocos viajeros, pero, ¿Cuál es el día grande de este carnaval eterno? Sin lugar a dudas, la noche que pone punto y final a la celebración, que este año se celebra el 26 de marzo, se lleva la palma con la Quema del Rey.

Limoux se convierte en una fiesta durante tres meses consecutivos gracias a su carnaval.

Limoux se convierte en una fiesta durante tres meses consecutivos gracias a su carnaval. 

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En el balcón del Ayuntamiento aparece Blanquette, un muñeco de paja que será juzgado por todos los pecados cometidos durante el carnaval. Y, claro, 77 días de celebraciones dan para cometer muchas fechorías. No hace falta tener grandes dotes de adivino para saber que Blanquette acabará sentenciado y arrojado a la hoguera. Avivarán también las llamas, las máscaras que los carnavaleros arrojarán al fuego entonando Adieu paure carnaval. Y, como fin de fiesta, un banquete compuesto por fricassée local (un guiso tradicional de carne blanca con verduras), vino de la región y su famoso pastel Limoux.

Transporte y alojamiento en Limoux

Aun estás a tiempo de descubrir el carnaval de Limoux. Para ello, puedes llegar en coche, ya que esta ciudad se sitúa a tan solo 25 kilómetros de Carcassonne, ciudad medieval conocida, en gran parte, por el famoso juego de mesa que lleva su nombre.

Para alojarse, la mejor opción es la casa de huéspedes La Vigneronne, cuya propietaria cuenta con un gran espíritu carnavalero y te pondrá al día del horario de los desfiles, así como de las costumbres del carnaval.

Y, para comer, La Taverne à Bacchus resulta uno de los favoritos de los viajeros, gracias a su extensa carta con especialidades de la zona y precios asequibles. Y, si el comensal quiere pegarse un homenaje L’Odalisque ofrece buenos productos y un ambiente algo más refinado.

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