3 lugares a los que ir a leer en Madrid en invierno

La fórmula de la felicidad es verdaderamente compleja. Sin embargo, una pequeña fracción de la misma es muy sencilla tanto de entender como de poner en práctica en el día a día: aprovechar en tu favor las circunstancias inevitables de cada momento. Sí, ahora que el invierno asoma en el calendario se acabaron esas tardes en el parque que tanto te molan, levantarse por las mañanas es un pelín más doloroso y los planes con la peña tienden a reducirse. Pero es una época del año en la que ver películas o sumergirse en un buen libro saben mucho mejor. Y para esto último, además, no tienes por qué quedarte encerrado entre las mismas cuatro paredes. Hay rincones muy mágicos por Madrid.

Café de la luz

En el mismísimo centro de Madrid, entre las paradas de metro de Gran Vía y Tribunal, tienes uno de los lugares más encantadores de toda la ciudad para tomarte un café y disfrutar de una buena tartita. Pero eso no es lo mejor: este cafelibro cuenta con una decoración maravillosa, el ambiente más acogedor posible, muchos libros para perderte y, sobre todo, y este es uno de sus puntos especiales, unos cuantos sofás vintage de lo más bonitos y cómodos para pasarte todo el día ahí devorando páginas. También tiene sillones. Y sillas de toda la vida. En un día de los feos de frío y lluvia puedes alcanzar el orgasmo mental dentro de este local. Pruébalo al menos una vez. Te vas a enganchar.

El dinosaurio todavía estaba allí

”Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” es probablemente el microrrelato más famoso de la historia, obra del escritor hondureño Augusto Monterroso. Y una madre y su hijo, escritora y cocinero, decidieron homenajearlo dándole este nombre a su gastrobar, situado cerca de la parada de metro de Anton Martín, también bastante céntrico.

Quizás no cuente con los asientos hípercómodos del anterior local, pero le sobran argumentos para que vayas allí a echar un día literario: un precioso toque cultureta, un montón de libros, comida deliciosa y un perro, Blue, que siempre anda en el bar proporcionando cariño a sus visitantes. Ojo: los lunes y martes no suelen abrir.

Cafebrería ad Hoc

Para visitar este espectacular rincón madrileño tienes que ir hasta el barrio de Argüelles. Pero da igual si tienes que echar media hora en bici o en metro porque de verdad merece la pena. A diferencia de los dos locales anteriores, mucho más pequeños y cucos, Cafebrería ad Hoc es un cafelibro imponente con dos plantas atestadas de estanterías con libros y techos muy altos que te hacen sentir un poco palaciego.

La experiencia se adorna con buena música, exposiciones artísticas y todo lo que tu paladar pueda desear: buen café de grano recién molido, tartas caseras, vinos nacionales, cervezas artesanas, tapas... ¡Y abre de 10:00 a 22:00! No habrá quien te saque de ahí.