El lujoso hotel parisino que alojó icónicos personajes como Coco Chanel, F. Scott Fitzgerald y Marcel Proust

Ernest Hemingway dijo alguna vez que cuando soñaba con la vida después de la muerte, la acción "siempre sucedia en el Ritz de París". Entre encuentros sociales, desfiles de alta costura y fiestas privadas, se gestaron las historias de los personajes más icónicos de la Belle Époque. El Hotel Ritz es una invitación a la imaginación, un libro abierto cuyos ilustres huéspedes han escrito innumerables páginas e inspirado mil y una anécdotas.

Historia del Hotel

El edificio fue fundado en 1875 por el hotelero suizo César Ritz, en colaboración con el chef Auguste Escoffier. Ritz, un empresario prestigioso para ese entonces, tuvo la visión de construir el hotel en una mansión privada en la Place Vendôme, zona reconocida por albergar a la élite parisina. 

La búsqueda de este alojamiento iba más allá de crear un espacio de prestigio y elegancia para las grandes figuras de la época. En este establecimiento, Fitz estaba decidido a ofrecer innovación y confort moderno. Por ello, en su inauguración, el hotel fue el primero en el mundo en disponer electricidad en todas las plantas y de habitaciones con baño privado.

Legado cultural 

El Ritz Hotel ganó una pronta reputación de lujo que hizo que muchos personajes de la época quisieran hospedarse en este sitio, e incluso vivir allí. Así fue como figuras tales transitaban con frecuencia los diferentes salones, entre fiestas exclusivas, reuniones sociales y cenas privadas. Algunos de los más famosos que se hospedaron allí fueron Coco Chanel, Ernest Hemingway y Marcel Proust. 

La esencia de este hotel es símbolo de la alta sociedad parisina y de la Belle Époque. Su legado perdura en obras de ficción de autores que caminaron por estos espacios y se inspiraron para construir historias, como por ejemplo "Suave es la noche" de F. Scott Fitzgerald y "Fiesta" de Hemingway. También, su influencia se hace presente en piezas como la obra de teatro "Semi-Monde" de Noël Coward, así como en la película How to Steal a Million protagonizada por Audrey Hepburn.

Ambientación

En 1875, cuando el hotel fue creado, Ritz trabajó junto con su esposa Marie-Louise para construir un espacio que diera la sensación de ser una gran casa privada. Esa esencia se traslada a los diferentes salones del hotel, perdurando hasta el día de hoy. Cada detalle está pensado para combinar elegancia y exclusividad.

Las habitaciones, por su parte, están pensadas para tener su propia armonía. El ojo está puesto en el confort, pero siempre prestando atención a las pequeñas elecciones para darle lujo. Además, se trabaja para crear un servicio atento pero discreto, para que cada huésped se pueda sentir como en casa.

Entretenimiento 

Como es tradición en el Ritz París, este hotel siempre ha destacado por su amplia oferta de entretenimiento. Durante la Belle Époque, se organizaban actividades como fiestas privadas y cenas de lujo. Hoy en día, los distintos salones del edificio están diseñados para ofrecer propuestas que te transportan directamente a esa época.

• Salon Proust

Inspirado en el novelista y crítico francés Marcel Proust, este salón busca recrear el estilo de un espacio literario clásico. La oferta se centra en el ritual de la hora del té, ofreciendo infusiones, cafés y chocolates.

• Bar Hemingway

Este espacio está dedicado a los aficionados de la literatura de Hemingway. Entre cueros tapizados y luces sepia, se sirven cócteles que son especialidad de la casa, como el célebre Serendipity, inventado ahí mismo, y el Dry Martini.

• Club Privado y Spa

La discreción es la clave de este club. Los miembros tendrán la oportunidad de hacer uso del equipo de gimnasio y de la piscina, además de experimentar la agradable sensación de pertenencia.

• David Mallet, Salón de Belleza

Un clásico del Ritz Hotel. Se trata de un exclusivo e íntimo espacio diseñado para atender las necesidades de cada huésped. Además, los clientes que no estén alojados en el edificio podrán acceder a este beneficio.

El salón está a cargo de David Mallet, estilista reconocido mundialmente, quien tiene su propio salón y línea de cosméticos, así como una extensión de su local en este hotel.