La mar de adrenalina: los mejores hoteles para practicar deportes acuáticos

Hoteles y resorts idóneos para practicar deportes acuáticos o en la misma orilla del mar, disfrutando de la sonrisa innumerable de las olas. Bicis flotantes, habitaciones hipóxicas, pesca extrema… Impossible is nothing. 

Los mejores hoteles para practicar deportes acuáticos en España.
Los mejores hoteles para practicar deportes acuáticos en España. / ©JMGStudio

Hay gente que se tumba todo el día en la playa sin moverse un milímetro, casi sin respirar, y gente que no para un segundo, como si estuviera encima de un hormiguero. Para esta última hay alojamientos específicos, donde el deporte no es una opción: es una religión. Surf, buceo, natación, pesca de siluros, bici acuática, beach nordic walking... 

Beach Club del Marbella Club Hotel.

Beach Club del Marbella Club Hotel.

/ MCH

¿Marcha nórdica en la playa? Sí, han leído bien. Pero no se trata de caminar con bastones y descalzo por la arena mojada o con el agua por la cintura en Escandinavia, que sería un suicidio, sino hacerlo en el hotel Marbella Club, con un entrenador personal. Ventajas de ejercitarse en la playa: quemaremos 600 calorías en 30 minutos, lo que en tierra firme nos costaría 90; y con la hora que ganemos, podremos agarrar una tabla de paddle surf o un kayak y navegar oteando la costa africana, el peñón de Gibraltar y manadas de delfines, otros que hacen deporte todo el día.

Piscina del Amàre Beach Hotel Ibiza.

Piscina del Amàre Beach Hotel Ibiza.

/ ©JMGStudio

Para actividad acuática insólita, la que ofrece Amàre Beach Hotel Ibiza: la Schiller Bike, una bici flotante ultraligera de carbono y aluminio que inventaron dos visionarios para cruzar la bahía de San Francisco, que los famosos han puesto de moda en Bora Bora, Bali, Mónaco y Dubái, y que ahora permite deslizarse sobre las aguas turquesas de la isla balear a 10 kilómetros por hora, espiando calas recónditas, cuevas y mansiones de celebrities. Es como un patín de toda la vida, que un hada madrina hubiera transformado haciendo chas para la cenicienta 3.0 Georgina.

Gym del Amàre Beach Hotel Ibiza.

Gym del Amàre Beach Hotel Ibiza.

/ ©JMGStudio

Lanzarote, que en su día fue el infierno en la Tierra, ahora es el paraíso de los yonquis de la adrenalina. Muchos consiguen su dosis diaria en el Barceló Lanzarote Active Resort, en Costa Teguise, que tiene una piscina olímpica climatizada, gimnasio de alto rendimiento, simulador ciclista Bkool y habitaciones Deluxe Deportiva —con zona de entrenamiento TRX y máquina de cardio— y Deluxe Hipoxia para descansar a 4.000 metros de altura, cuando las Peñas del Chache, máxima elevación de la isla, no pasan de 700.

El Hotel Fariones, en Puerto del Carmen, tampoco es para adictos al sillón-ball. A 50 metros de este cinco estrellas, se encuentra el Centro Deportivo Fariones, con 14.000 metros de jardines, piscina, gimnasio, pistas de tenis y pádel, zona de crossfit al aire libre, jacuzzi… Hasta las clases dirigidas —Hyrox, yoga, pilates y entrenamiento funcional— son gratuitas para el huésped.

Hotel Fariones.

Hotel Fariones.

/ HF

Alojamientos para surfistas, que hace unos años eran una rareza en España, hoy los hay a patadas en todos los spots: Zarautz, Mundaka, Somo, Salinas, Rodiles, Doniños, A Lanzada, Tarifa, El Palmar… A 300 metros de esta última playa gaditana está Nexo Surfhouse, un surfcamp prémium con clases de eso para adultos y para niños, cuco hostal ajardinado, retiros de yoga con profesores titulados y desayunos tan copiosos que más de uno no entra luego en el neopreno.

Si no hay olas —cosa rara—, se entrena con el skate y con los monitores en el Wavepark. Surf, kitesurf, wingfoil, e-foil, tow-in surf… Cualquier forma de deslizarse sobre una tabla —con o sin cometa, con un ala, con motor eléctrico o remolcado por una moto acuática— se enseña en Line Up Fuerteventura Sports Academy, en Corralejo, la capital turística de la isla del viento. Para descansar, que también se descansa, hay desde suites con baño privado hasta “literas para los aventureros de corazón” —eso dice la web— y un amplio patio forrado de madera con barbacoa y camas balinesas.

En kayak por el Mar de Aragón desde el Taiga Lake Caspe.

En kayak por el Mar de Aragón desde el Taiga Lake Caspe.

/ Taiga

Los buceadores también son deportistas —queman entre 300 y 700 calorías por inmersión, lo que equivale a correr una hora— y necesitan que los mimen antes y después. Les Illes Hotel & Diving es un hotel familiar con vistas al puerto deportivo de L’Estartit (Girona) y es un centro de buceo con 39 años a la espalda, cuyos instructores ya saludan a los grandes meros, rayas, peces luna, pulpos, dentones y corvinas que pueblan los fondos de las islas Medas, y conocen sus paredes cubiertas de gorgonias y sus túneles de hasta 65 metros como los muros y los pasillos del hotel.

Tampoco es mal lugar para bucear el murciano Cabo de Palos, ni para alojarse el Sub-Up Hostel, que tiene, en efecto, una parte sub, con mucha litera y habitación compartida, reservada para los grupos de submarinistas, y otra up, más íntima y luminosa, pensada para las parejitas —de buceadores o de lo que sea—. Ana, la recepcionista, que es buceadora, nos anima a visitar el pecio Naranjito y a hacer una ruta en kayaks transparentes desde la playa de Levante, al lado del hostel.

A surfear desde el Sub-Up Hostel.

A surfear desde el Sub-Up Hostel.

/ SUH

Del mar Mediterráneo al mar de Aragón: el gigantesco embalse de Mequinenza, el quinto mayor del país, en Caspe (Zaragoza). Aquí, a orillas del Ebro represado, se halla Taiga Lake Caspe, un camping resort referente del turismo náutico en España, con su propio puerto y un montón de actividades: vela, windsurf, paddle surf, piragüismo, esquí acuático… Y pesca, claro: el embalse es famoso por sus siluros de 80 kilos. Hay también una zona balizada desde la que lanzarse al agua se convierte en un deporte de aventura. Mejor que el balconing, cualquier cosa.  

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