Desde albornoces hasta cubiertos: estos son los 8 objetos más robados en los hoteles

El viajero llega a destino y se aloja en un hotel que se convertirá en su hogar durante varios días. Tiene todo lo necesario para sentirse como en casa (y más si se disfruta de un todo incluido), pero una vez que se hace el check out, se vuelve a convertir en Cenicienta cuando el reloj marca las doce. Ahora bien, hay quien se resiste a dejar atrás los lujos y comodidades que ha tenido a su servicio y se vuelve amante de lo ajeno. Vamos, que los robos en los hoteles por parte de los clientes están a la orden del día y hoy os traemos los 8 objetos que con mayor frecuencia suelen desaparecer.

Los amantes de la mítica serie 'Friends' seguramente recuerden el capítulo en el que Chandler y Ross están disfrutando en un hotel y deciden llevarse algunos objetos. La cosa empieza de forma moderada, pero poco a poco va in crescendo y acaba por irse de madre totalmente. Sí, es una parodia que puede resultar muy graciosa, pero, desgraciadamente, no dista tanto de la realidad.

Hoteles de lujo y clientes con manos largas

El portal Wellness Heaven, que ofrece reseñas de hoteles y spas de lujo en Europa y Asia, ha elaborado un informe basado en entrevistas a más de 1.300 directores de hoteles sobre los artículos que los clientes roban con mayor frecuencia y el resultado es de lo más impactante; sobre todo, teniendo en cuenta que hablamos de alojamientos de 4 y 5 estrellas que, se supone, tienen un público algo más selecto debido a sus precios.

Para muchos huéspedes, robar jabones o bolígrafos puede resultar inofensivo, pero hay quien va más allá y la realidad es que hay clientes que han llegado a robar televisores, mangos de ducha e, incluso, hasta colchones. Si quieres descubrir cuáles son los 8 objetos más robados en hoteles, no te pierdas este listado:

En el 80 % de los hoteles de 4 estrellas que han formado parte de este estudio los clientes han robado toallas. Algo más moderado es el hurto de albornoces (que está en un 68 %). Y nosotros nos preguntamos, ¿qué necesidad hay de quedarse una toalla que ni siquiera es nueva?, ¿es que la gente no está preocupada por el sobrepeso de su maleta?, ¿tienen hueco para meter un albornoz con todo lo que ocupa?

Más de la mitad de los huéspedes alojados en los hoteles en los que se han llevado a cabo las entrevistas para realizar el informe 'Study: Theft in Hotels' se han llevado alguna vez una percha de su habitación. Y, bueno, tampoco tenemos muy claro qué beneficio puede aportar al cliente llevarse una percha que, por lo general, no hará juego con las que ya tiene en su armario.

El 41 % del público se ha llevado en algún momento lápices o bolígrafos de un hotel. Generalmente siempre suele haber un bolígrafo y una libreta en la mesilla, así como otros objetos de papelería si la habitación tiene un escritorio o mesa de despacho. A pesar de que ‘coger’ un bolígrafo de un hotel a muchos clientes no le parezca un robo, se llevarían las manos a la cabeza sin supieran las pérdidas que le supone al establecimiento hotelero.

Jabones, útiles de aseo, y productos cosméticos en general son también objetos muy golosos para los amantes de lo ajeno. En los establecimientos hoteleros ya cuentan con que estos amenities desaparecerán cuando el cliente deje la habitación. Quizá por el robo desmedido de estos objetos (y por concienciación ecológica), muchos hoteles están empezando a utilizar botes que se pueden rellenar y están anclados a las paredes. Ahora bien, a pesar de ello, hay clientes capaces de desatornillar lo que haga falta con tal de llevarse a su casa medio bote de champú.

Un paquete de pilas cuesta poco más de un euro y una noche de habitación en un hotel de 5 estrellas puede salir, como poco, por unos 150 euros. ¿Qué lleva entonces a los clientes a abrir el mando de la tele para llevarse un par de pilas?, ¿y a descolgar el reloj de la pared para sustraer una pila de botón que, quizá, no sea del mismo tamaño que la que usa el reloj de su casa? Debe saber el lector que más de un 30 % de los hoteles que forman parte de su estudio han tenido que reponer pilas ante el hurto de sus clientes.

Cucharillas para el café, cuchillos y tenedores también son objetos de deseo; más concretamente con un porcentaje del 27 %. Y si queremos ahondar un poco más en este tipo de robos, el estudio desprende que son los austriacos los que, ante un cubierto, se sienten cual urracas ante algo con brilli brilli.

¡Ay, qué mono este cuadro que está en la habitación de hotel!, ¿y si me lo llevo a modo de souvenir? Hasta un 24 % de los alojamientos encuestados han visto como de sus paredes han desaparecido obras de arte. Es cierto que hay cuadros que desprenden gran magnetismo y enamoran a quien las contempla, pero, ¿no sería más fácil preguntar si están en venta o intentar que nos faciliten el contacto del artista para que nos haga un trabajo más personalizado?

La mayoría de hoteles de lujo ya suelen tener en sus habitaciones tables u otro tipo de dispositivos electrónicos para cumplir con las necesidades de conectividad de sus clientes. Y, si bien es cierto que no es algo que esté presente en todos los establecimientos encuestados, los datos demuestran que son objetos de deseo y, seguramente, el porcentaje de robos irá subiendo paulatinamente cada año.

En definitiva, estos son los 8 objetos que más se roban en los hoteles, pero, ojo, porque hay muchos más, desde secadores hasta cafeteras, pasando por mantas o, incluso, colchones. Eso sí, necesitamos saber cómo han hecho los clientes para llevarse un colchón y que no se les haya caído la cara de vergüenza.