Se abre el telón, 7 gloriosos teatros romanos

Las numerosas culturas que han pasado por nuestra geografía a lo largo de los siglos han dotado a la Península Ibérica de una gran riqueza en patrimonio cultural. Sinagogas, iglesias, mezquitas…, y teatros romanos. De la Hispania Romana se conocen alrededor de veinte teatros, aunque existen otros muchos que aún no han sido sacados a la luz. ¡Se abre el telón!

Teatro de Malaca (Málaga)
Aunque importante en época fenicia, con Augusto, Malaca fue esplendorosa. Se construyeron templos, termas, edificios lúdicos, fuentes, arcos, grandes estatuas, y el teatro. Este coliseo estuvo cargado de un fuerte simbolismo propagandístico, por lo que estaba ricamente ornamentado con las imágenes de los emperadores. Tras su abandono, se localizó en 1951, en el centro histórico a los pies de la colina de la Alcazaba. Posee un interesante Centro de Interpretación, y en él se celebra el Festival de Teatro Clásico de Andalucía.

Teatro de Metellinum (Medellín, Badajoz)
Es uno de los mejores conservados y más completos de nuestra geografía. Se levantó a comienzos del siglo I aprovechando el desnivel natural que ofrecía la montaña, por lo que desde siempre ha estado a la vista. Con cabida para 3 200 espectadores, se descubrió del todo en el 2007. Su posición en la ladera del castillo medieval, junto a la Iglesia de Santiago, le confiere unas vistas realmente espectaculares. En la actualidad se usa para representaciones, entre las que se incluyen la extensión del ciclo de Teatro Clásico de Mérida.

Teatro de Caesaraugusta (Zaragoza)
Tras las guerras cántabras, Augusto construyó, a orillas del Ebro, una ciudad para acoger a los legionarios más veteranos. La ciudad creció rápidamente gracias al comercio a través del río Ebro. Ya en tiempos de Tiberio se comenzó la construcción del teatro, que se culminó con Claudio. Fue uno de los más grandes de la Hispania Romana, con una capacidad para casi 6.000 espectadores. Acabó sepultado por las siguientes culturas, y su descubrimiento en 1972, resultó el final de un largo proceso, ya que, desde siempre, se pensó que debía existir un teatro.

Teatro de Segóbriga (Saelices, Cuenca)
Tanto el teatro romano de Segóbriga, como el resto del yacimiento, es uno de los mejores conservados de toda Hispania. El espacio sobre el que se ubica la ciudad, impulsada por Augusto, estuvo habitado por culturas prerromanas como demuestran los cercanos yacimientos celtas. De finales del I, y construido sobre una ladera, es uno de los teatros más pequeños, solo con capacidad para 2 500 espectadores. Su graderío y su anfiteatro, abandonados a finales del III, están excelentemente mantenidos.

Teatro de Baelo Claudia (Playa de Bolonia, Cádiz)
Es el teatro con la ubicación más hermosa del planeta, la playa de Bolonia. Baelo Claudia es una ciudad púnica y turdetana que se romanizó en el II a.C, tras la victoria contra los cartagineses. Su posición la convierte en el principal puerto comercial con el norte de África. Y su dedicación a la pesca, se confirma con las fábricas de salazones de la zona baja de la ciudad. Por ello el garum de Baelo Claudia llegó a los confines del mundo romano. El teatro se remonta a finales del I, y situado frente al mar, es el edificio más importante.

Teatro de Sagunto (Valencia)
A Sagunto se le ha considerado la verdadera puerta de entrada de la romanización a la Península Ibérica. Su teatro se empezó a construir, aprovechando la pendiente de una de las colinas de la ciudad, en el 50 dC., durante el mandato de Claudio, y alojaba a unas 4.000 personas. Con los árabes tuvo uso militar, por lo que se conservó hasta el siglo XVI, como demuestran los bocetos de dibujos que existen, datados en esa época. Hasta mediados del XX se hicieron representaciones, y después, sufrió polémicas restauraciones.