El Versalles asturiano: un impresionante palacio con el que viajar en el tiempo

Muchos saben que el Versalles español es el Palacio de San Ildefonso, pero pocos conocen esta maravillosa versión asturiana.

Un recorrido por un Asturias... que recuerda mucho a Francia.
Un recorrido por un Asturias... que recuerda mucho a Francia. / Fundación Selgas Fagalde

Para el palacio francés, todo empezó en 1623, cuando Luis XIII mandó construir un pabellón de caza en los alrededores de la ciudad de Versalles. Más tarde, su hijo Luis XIV agrandó los palacios añadiendo una casa de placeres y jardines asombrosos. Sirvió de morada real hasta la Revolución Francesa en 1789. Fue casi un siglo después, en 1883, cuando Fortunato de Selgas mandó erigir el Palacio de la Quinta de Selgas en El Pito, Cullidero (uno de los pueblos más bonitos de Asturias). Aunque algo más reducido -pero igual de impresionante-, se podría decir que el asturiano es el hermano menor de Versalles que, por cierto, aún tiene muchos rincones que descubrir.

Fachada del Palacio de Versalles

Fachada del Palacio de Versalles

/ Istock / pidjoe

Pese a que la familia Selgas vivió a finales del siglo XIX, la inspiración del palacio la tomaron del estilo Neoclásico francés. Los jardines, que cuentan con el premio al mejor jardín (2006) del Real Jardín Botánico, son de tres estilos distintos, aunque todos con agua y estatuas en su centro: inglés, francés e italiano. Además, alberga una importante colección de obras de pintores tan reconocidos como Goya, El Greco o Mariano Salvador Maella; así como una colección de tapices de los siglos XVI y XVII. El mobiliario que decora el interior es también de otras épocas, convirtiendo el espacio en un refugio de la Historia.

El Versalles asturiano cuenta con jardines de tres estilos, pero todos con estatuas.

El Versalles asturiano cuenta con jardines de tres estilos, pero todos con estatuas.

/ Istock / grahamheywood

"Facilitar la cultura es hacer patria"

La finca, por tanto, está compuesta por un palacete, los jardines, un invernadero, el pabellón de tapices y el museo escolar. En la planta baja están las recepciones, los salones, el comedor y la biblioteca; mientras que en la primera se encuentran las alcobas. El nivel de imitación llega a tal punto que incluso las vajillas, la colocación de las mesas y el salón de baile replican a los de Versalles. Fortunato y sus hermanos llevaron siempre consigo el lema "Facilitar la cultura es hacer patria". El pueblo de Cudillero siempre agradeció la labor filantrópica de la familia Selgas, que ayudaron a mejorar la educación de sus niños construyendo las Escuelas Selgas en 1915 y que hoy es un instituto de secundaria.

Escuelas Selgas

Escuelas Selgas

/ Fundación Selgas Fagalde

Para nosotros, habitantes del siglo XXI, resulta un auténtico viaje en el tiempo, pero para los que vivieron allí dos o tres siglos antes también lo era. De hecho, las alcobas llevan los nombres de Luis XIII, XV y XVI. El trabajo arquitectónico y decorativo es tan acertado que poco tiene que envidiar a Versalles, más que en su verdadera antigüedad. El horror vacui cubre todos los rincones de la Quinta de Selgas, no dejando ni un solo hueco vacío y provocando que en la experiencia de recorrerlo haya que activar todos los sentidos. La Quinta permanece abierta al público en época estival, de junio a septiembre, para disfrutar tanto de los jardines como del interior de los edificios.

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