Segovia para principiantes: 7 rincones poco conocidos que debes visitar
Más allá del acueducto y el alcázar, hay un sinfín de rincones con encanto que debes descubrir si viajas por primera vez a Segovia.
Segovia es una de esas ciudades amables a las que gusta volver una y otra vez. Caminar por sus estrechas calles empedradas nos traslada a épocas pasadas y pone a trabajar nuestra imaginación. Asequible para caminarla a pie, grandiosa con su espectacular Alcázar y, cómo no, su imponente acueducto romano, con sus más de dos mil años de antigüedad, que constituye el símbolo indiscutible de la ciudad como testigo silencioso del paso del tiempo.
Tanto si es tu primera vez en la ciudad bañada por el río Eresma, como si ya te la conoces como la palma de tu mano, conviene que fiches estos 7 rincones poco conocidos, ya que son tremendamente bellos y se salen de los típicos recorridos turísticos por la ciudad del acueducto. Y es que Segovia deslumbra siempre gracias a su belleza atemporal y su atmósfera única, convirtiéndose en un destino imprescindible tanto para pasar varios días como para disfrutarla en modo exprés.
Miradores únicos desde los que contemplar Segovia
Lo mejor para llevarse una perspectiva única de Segovia es acercarse a alguno de los miradores de la ciudad, ya que nos permiten valorar la urbe en su conjunto y gozar con unas vistas únicas. Los más conocidos (y turísticos) son el de la Piedad y el de la Pradera de San Marcos, pero existen otros igual de espectaculares y, generalmente, cuentan con mucha menor afluencia de público.
Nos alejamos ahora un poco del centro para acercarnos hasta el mirador de La Lastrilla. Desde allí se puede apreciar tanto la naturaleza del Valle del Eresma, como la ciudad de Segovia e incluso la sierra. Y, si quieres sumergirte en la cultura local, deberás dirigirte al mirador del Parque del Cementerio, que constituye uno de los más recurrentes entre la gente local. Desde allí vas a poder contemplar un atardecer único, pero, para ello, deberás desplazarte hasta la zona alta de la parte izquierda. Allí descubrirás unos bancos con vistas al casco antiguo de Segovia, al barrio de San Lorenzo y al valle.
Ermita de la Órden de Malta
Debemos alejarnos ahora del casco urbano de Segovia y nos trasladamos hasta el valle del Eresma para descubrir la iglesia de la Vera Cruz, única en España gracias a su planta dodecagonal. Con una estructura similar a la de la iglesia de Jerusalén que se erigió donde se encontraba la tumba de Cristo, pertenece a la Orden de Malta y constituye un buen ejemplo de su legado en España. Cuenta con dos plantas y una bóveda de crucería al estilo musulmán. Además, desde 1919 cuenta con el reconocimiento de Monumento Nacional.
Si tienes pensado visitar la iglesia de la Vera Cruz en verano, el 15 de agosto es un día clave ya que tiene lugar en su interior una conjunción solar (similar al espectáculo del 8 en la catedral de Palma de Mallorca), ya que se muestran en perfecta alineación las tres ventanas con el sol y el altar.
Museo de marionetas
Volvemos a la ciudad de Segovia para trasladarnos hasta la románica Puerta de Santiago, que daba la bienvenida a todos aquellos viajeros que llegaban desde Arévalo y Medina del Campo. Más allá de las fotos que merece la puerta en sí, es un lugar perfecto para visitar con niños, ya que en el interior del edificio se puede disfrutar de una encantadora colección de 38 títeres donados por el afamado marionetista de Cádiz, Francisco Peralta. El cuerpo de los muñecos está fabricado con madera, escayola y cola de conejo; culminan las piezas otros materiales domésticos reciclados como telas y diferentes metales.
Las 38 marionetas que alberga este curioso museo representan obras tomadas del romancero popular, de la literatura clásica o la narrativa infantil. Además, en la visita vas a poder descubrir la historia que se esconde detrás de cada una de las piezas expuestas. El museo abre de miércoles a domingo y la entrada general cuesta 3 euros con audioguía incluida.
Casa Museo de Antonio Machado
Dirigimos ahora nuestros pasos hasta la calle Desamparados 5 para descubrir la casa de Antonio Machado durante más de una década. Llegó el poeta andaluz a Segovia en noviembre de 1919 y se instaló en la pensión regentada por doña Luisa Torrego hasta que abandonó la ciudad en 1932. Y, a modo de curiosidad, el alquiler de su modesta estancia le costaba una cifra de 3,5 pesetas mensuales.
Hoy en día se puede visitar la antigua pensión y la propia estancia de Machado, que se conserva con los mismos muebles, retratos y recuerdos. Y, en el jardín, puede contemplarse una copia del busto del poeta que Emiliano Barral esculpiera en 1920 así como un panel cerámico, obra de Julián López Parras. Y si no vas a poder escaparte a Segovia, siempre puedes hacer un tour por la casa segoviana del poeta de forma virtual pinchando aquí.
Loba capitolina en Segovia
El viajero que llega ante el acueducto se suele quedar sin palabras y no mira más allá. Se hace la foto de rigor con el encuadre de rigor (por cierto, si necesitas algún consejo para sacar mejores fotos, puedes leerlos aquí) y a seguir paseando. Ahora bien, justo enfrente, descubrimos a la Loba Capitolina que amamantó a Rómulo y Remo. Sí, como la que está en Roma; de hecho, hasta hace relativamente poco se pensaba que pertenecía a la época romana, pero parece, según los últimos estudios, que data de la Edad Media.
¿Y por qué hay una copia de esta estatua en Segovia? La explicación es simple: se trata de un regalo que hizo la ciudad de Roma a Segovia en el año 1974, con motivo del aniversario de los 2000 años desde que se construyó su histórico acueducto. Un regalo de lo más espectacular y que también merece unas cuantas fotos, a pesar de estar ‘a la sombra’ del espectacular acueducto.
Barrio judío
Llega el momento de dirigirnos hasta el lado sur del recinto amurallado para descubrir la Judería de Segovia, un barrio que estuvo habitado por la comunidad hebrea desde el siglo XII hasta 1492, cuando los Reyes Católicos promulgaron su expulsión mediante el Edicto de Granada. Y, sirva como muestra de la importancia que tuvieron los judíos en la ciudad, las cinco sinagogas, dos escuelas talmúdicas, un mikvé (para llevar a cabo los baños de purificación) y un matadero propio que se concentraron en el barrio.
A día de hoy, el entramado urbanístico se conserva prácticamente intacto y pasear por sus callejuelas constituye un auténtico viaje en el tiempo. Además, la zona cuenta con una potente agenda cultural que incluye desde visitas guiadas, conferencias, conciertos, o talleres hasta degustaciones de cocina sefardí.
Paseo por la ribera del río Eresma
Perderse por las calles segovianas sin rumbo fijo es un placer que todo viajero debería experimentar, pero también resulta igual de interesante salirse de la zona amurallada para descubrir el magnífico valle del río Eresma. Hay infinidad de rutas que son perfectas para disfrutar de la naturaleza y unas vistas privilegiadas de la ciudad.
Una de las rutas más interesantes es la que discurre por el cinturón verde que rodea la ciudad, un paseo extramuros que comienza en el valle del Clamores y en el que podrás descubrir restos de antiguos puentes, así como diversas cuevas naturales. También resulta interesante pasear por el Romeral de San Marcos, obra del paisajista uruguayo Leandro Silva Delgado, en el que se pueden contemplar más de 300 especies vegetales.
En definitiva, Segovia siempre es buen plan, tanto si ya la has visitado en varias ocasiones como si es tu primera vez. Además, te hemos descubierto 7 rincones poco conocidos que harán que te enamores aun más de la ciudad.
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