El pueblo manchego con una ciudad romana al lado: bienvenidos a Saelices

Viajamos hoy hasta un pequeño municipio situado en la provincia de Cuenca. Un pueblo que a los viajeros que cogen la A3 no les pasa desapercibido, ya que tiene salida en el kilómetro 103 de la carretera nacional. Saelices es una población modesta, con menos de 500 habitantes censados, pero que, en sus inmediaciones, esconde un tesoro histórico y cultural de incalculable valor: el Parque Arqueológico de Segóbriga. Este parque es uno de los yacimientos romanos más importantes de la Península Ibérica y ofrece una ventana única al pasado de la Hispania Romana.

Saelices no es, ni de lejos, el pueblo más pequeño de Cuenca, pero, aun así, se trata de una pequeña población que ve como, en verano, el número de habitantes crece como la espuma. El viajero que llegue hasta aquí va a poder contemplar rincones de interés, como su iglesia o alguna de sus casas palacio, muestra de su arquitectura civil tradicional.

Paseando por Saelices

Descubrimos la iglesia de San Pedro, que comenzó a construirse en 1577 y que hoy conserva un retablo mayor barroco que en su parte inferior guarda una talla a tamaño natural del Cristo del Amparo. En la superior también descubrimos a la virgen de los Remedios, la virgen del Rosario y San Antonio. Con respecto a las construcciones civiles, merece la pena detenerse en la casa palacio de Martínez Falero, que cuenta con dos alturas y patio interior.

El viajero que se quiera alojar en Saelices puede elegir entre diversas opciones: por un lado, encontramos un par de hostales y, por otro, diversas casas rurales en las que fijar el campo base para descubrir las inmediaciones de este pueblo conquense. Y es que, como hemos dicho, uno de los grandes encantos de Saelices lo encontramos a pocos kilómetros: la ciudad romana de Segóbriga.

Segóbriga: esplendor romano

Segóbriga fue una ciudad que alcanzó su máximo esplendor durante la época romana, a partir del siglo I a.C. gracias a su estratégica ubicación y a la riqueza de sus minas de lapis specularis, un mineral muy apreciado en la Antigua Roma para la fabricación de vidrios. En su época de máximo esplendor llegó a contar con numerosas edificaciones públicas y privadas, como un teatro, el anfiteatro, termas, basílica y, cómo no, el foro.

El Parque Arqueológico de Segóbriga se inauguró hace ya 42 años y, desde entonces, permite a viajeros y visitantes recorrer las ruinas de la antigua ciudad y apreciar su enorme magnitud. Una muestra de su legado la encontramos en su teatro romano, un edificio con capacidad de más de 5.000 espectadores que se utilizaba para espectáculos públicos o representaciones teatrales.

También podemos contemplar el anfiteatro. Construido en el siglo I d.C., este espacio albergaba combates de gladiadores como los que se llevaban a cabo en el Coliseo romano. Y, con una capacidad parecida a la del teatro, es una muestra del imponente legado romano a un pasito de Saelices.

El viajero que pase por este pueblo manchego debe sí o sí visitar Segóbriga. Eso sí, conviene tener en cuenta que hay que sacar la entrada correspondiente tanto en taquilla como a través de su web. ¿Y los precios? La entrada general cuesta 6 euros y hay opción (muy recomendable, por cierto) de visita guiada opcional.

En definitiva, si estás buscando un pueblo que cuente con algunos atractivos de cara a pasar tus vacaciones estivales, Saelices puede ser una opción fantástica, ya que podrás respirar paz y tranquilidad y completar la experiencia con una visita cultural única.