El pueblo de Cataluña (casi sin gente) que te enamorará cuando lo visites

Viajamos hasta Barcelona para descubrir todos los preciosos rincones que esconde esta provincia, nos enamoraremos de sus altísimas montañas y las playas más bonitas que jamás existieron. Aunque hay miles de secretos por descubrir hay uno que no podemos perdernos y es conocer Gisclareny, el pueblo menos poblado de Cataluña, pero que posee un impresionante entorno natural.

Sus 28 habitantes mantienen vivo este pueblo con mucha más historia de lo que puede parecer, se ha convertido en un destino imprescindible al viajar al Parque Natural del Cadí – Moiseró, ya que es uno de los pocos municipios que se encuentran dentro de este remanso de paz y vegetación. También es uno de los pueblos más grandes en extensión de la comarca de Berguedá, con más de 36 kilómetros cuadrado de territorio.

Recorriendo el pueblo podremos encontrar vestigios de las civilizaciones que un día pasaron por esta zona, aunque las altas montañas lo protegieron de las invasiones aún quedan restos de hachas de piedra de la época visigoda. Además, podremos visitar la antigua iglesia de San Miguel, de estilo románico.

Saldremos de Gisclareny para conocer todas las maravillas que rodean esta pequeña población, a más de 1.000 metros de altura encontramos las ruinas de Murcorls, un atractivo turístico muy cotizado por todos los viajeros. También podremos subir hasta el mirador Albert Arilla, que posee unas impresionantes vistas del imponente pico Pedraforca, además de los vecindarios de Berta y Roser.

La variedad de alturas en el territorio de Gisclareny le otorga un entorno natural único, podremos pasear tranquilamente por las orillas de los ríos Saldes y Bastareny, en el nacimiento de este último encontramos la Font de l´Adou, una preciosa cascada rodeada de un bello paraje natural.

Desde estos 800 metros de altitud podemos subir hasta los más de 2.500 que alcanzamos al llegar a la cumbre de Comabona en la Sierra del Cadí, el punto más alto del Parque Natural más grande Cataluña. Un parque en el que podremos hacer todo tipo de actividades, y que irán variando dependiendo de la temporada en la que vayamos.

Con la llegada de la nieve, caminar con raquetas por el blanco manto que cubre los senderos es la mejor opción, pero si esta belleza nos hipnotiza en invierno, durante el verano recorreremos los mismos senderos, pero esta vez rodeados de verdes bosques.

Los amantes de la aventura también podrán disfrutar de diversas actividades durante los días que pasen conociendo esta preciosa comarca del norte de Barcelona. Desde recorrer un parque de cuerdas en la Palomera hasta descender el barranco del Agujero Negro y hacer puenting con las montañas como telón de fondo.