El pueblo medieval mejor conservado de España: tiene una muralla donde el tiempo se detiene
Ubicado en el corazón de España, este pueblo medieval te hará alucinar con cada uno de sus rincones.
Hace cientos y cientos de años se vivió en el mundo una larga época conocida como la Edad Media. No se puede hablar de ella sin mencionar el legado que aún hoy persiste. El más llamativo, en forma arquitectónica. España alberga grandes maravillas de aquel tiempo pasado, como la Catedral de Palma de Mallorca, Santa María del Naranco en Asturias o el Real monasterio de Santa María de Guadalupe en Cáceres.
Todo el país está salpicado de recuerdos medievales, en mayor o menor medida, pero los más impresionantes son los conjuntos que acaban por formar pueblos. No son pocos los que quedan de origen medieval -y bonitos-, pero sí los que se conservan prácticamente intactos desde entonces, desde el siglo XI. El mejor conservado de España -y se dice que también del mundo- está en Segovia y tiene un nombre tan reconocible como es Pedraza.
Ahora se cumplen diez años desde que este precioso pueblo se encuentra entre los Pueblos más bonitos de España, además de ser también Conjunto Histórico desde 1951. Se trata de una villa tan antigua como bien cuidada, con un encanto tan singular que deja con la boca abierta a todo el que la visite. A su atractivo se añade también la proximidad a grandes urbes como Madrid -125 kilómetros- o la misma Segovia -37 kilómetros-.
Los puntos clave de Pedraza
Todo él converge en un mismo punto, en la Plaza Mayor, gobernada por la iglesia de San Juan Bautista del siglo XVI y donde destacan soportales y edificios que en su día pertenecieron a la nobleza. Su trazado urbano queda delimitado por una muralla de piedra que poco ha cambiado desde su construcción entre los siglos XIII y XIV, a lo largo de la cual se extienden las casas también de piedra con ventanas y balcones de metal.
Una curiosidad es que cuenta tan solo con una puerta de entrada y salida, la Puerta de la Villa, coronada por el escudo de la familia Velasco y que ayudaba a su protección en temporadas de guerra. Su ubicación sobre un cerro también tomaba parte, así como la presencia señorial. Las Casas Nobiliarias, magnas y de una arquitectura envidiable, se reparten por todo el pueblo, cada una con su respectivo escudo heráldico.
En lo más alto de Pedraza se alza el Castillo, en cuyo interior se puede visitar el Museo de Zuloaga, lleno de obras del pintor Ignacio Zuloaga, un personaje muy relevante para la restauración del pueblo a principios del siglo XX. La imponente fortaleza del siglo XIII se ubica muy próxima a la Cárcel de la Villa, otro museo en el que se expone la historia de la zona, aunque en su momento fuera la prisión local, como su nombre bien indica.
No hay momento mejor ni peor para conocer uno de los pueblos medievales más bonitos de España, pues todas las temporadas tienen su encanto propio. Desde el otoño, cuando el naranja de los árboles combina con el gris de la piedra hasta el verano, cuando se celebran los Conciertos de las Velas y todo Pedraza se ilumina; pasando por el invierno, que deja un manto de nieve a su paso; o la primavera, cuando su entorno natural se viste con los colores más bonitos del año.
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